lunes, 9 de noviembre de 2015

¡¡QUÉ BIEN PLANIFICA DIOS Y QUÉ MAL LO EJECUTAMOS!!

         Antes de tener en nuestros brazos un nuevo ser tan deseado y querido  se tienen que dar una serie de actos previos tan divina y humanamente organizados, como el que un padre y una madre, dos seres tan distantes y distintos, unidos por el amor e iguales deseos hayan procreado un nuevo ser.

         Y el que una cosa tan diminuta e indefensa como la de un bebé tenga tanto poder que no sólo se adueñe de los presentes y de los  venideros porque tiene toda la vida por delante, sino también de los abuelos a los que rejuvenece y sin la ayuda de los cuales muchos nietos no sobrevirían, es algo verdaderamente PLANIFICADO POR Dios

Y he aquí  que muchos lo quieren  ejecutar, y nunca mejor dicho, con el ABORTO y la EUTANASIA

Entre el Aborto y la Eutanasia existe el SOBREVIVIR, algo divinamente perfecto.

         Porque bien claro dijo Dios que para sobrevivir tendríamos que comer con el sudor de la frente, o sea con el TRABAJO tan deseado por el instinto innato de tener algo que hacer para no aburrirnos.

         Y nosotros cuando conseguimos un trabajo lo hacemos mal o lo aborrecemos.

         La Riqueza no existiría si no hubiera quienes la crearan  y todos queremos ser ricos sin haber dado un palo al agua.

         Luego es evidente que Dios planifica perfectamente y nosotros, queriendo o creyendo enmendarle a Dios la plana, prometemos cambios  sin saber cuáles, cómo ni cuándo y empiezan a remover las aguas, por aquello de que “A río revuelto, ganancia de pescadores” que  por desgracia casi siempre, los que más pescan son los ineptos y revoltosos.


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