Que DIOS es Todopoderoso y nosotros somos unos pobres DIABLOS.
Esa debería ser la respuesta lógica y natural; pero como la
lógica y lo NATURAL brilla por su ausencia.
Porque bien claro dijo Chesterton: Quitad lo SOBRENATURAL y no
encontraréis lo natural, sino lo ANTINATURAL.
La respuesta verdadera y trágica es que nosotros actuamos en
la vida como si fuéramos PODEROSOS y Dios como un DON NADIE.
Si hacemos un breve recorrido en la vida de Jesucristo desde
su nacimiento hasta su resurrección, comprobaremos que, en apariencia hemos sido más poderosos que el mismo Dios.
El Niño Dios, con todo su poder, nació en el pesebre de establo ¿Quién
de nosotros, por poco poder que tuviera lo habría hecho?
Tuvo que huir a Egipto para no caer en manos de Herodes a
quien, Dios Padre lo podría haberlo eliminado.
La Santísima Virgen y San José aceptaron todo esto sin decir una palabra.
La Santísima Virgen y San José aceptaron todo esto sin decir una palabra.
Jesucristo dio de comer al pueblo, atendió a todo el que se
lo pidió curando toda clase de dolencias y hasta resucitando muertos.
Ese mismo pueblo, manipulado como siempre y por lo tanto no
nos debe extrañar, que ahora nos pase algo parecido, pidió públicamente que
Jesucristo fuera crucificado.
Y encima murió en la cruz perdonando a los verdugos
diciendo, hasta con cariño, que no sabían lo que hacían. ¡¡Lo mismo que
nosotros!!
Nosotros, para nuestra propia desgracia, preferimos morir
estrellados contra un árbol por defender el derecho que teníamos antes que
esquivar al contrario.
Esto nos pasa en política, en sociedad y en familia y así
nos luce el pelo. Todos queremos la
PAZ y siempre andamos en guerras por defendernos porque siempre creemos y queremos tener la razón.
Actuemos a lo Jesucristo como HOMBRE y terminaremos como DIOSES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario