domingo, 10 de abril de 2016

¿POR QUÉ NOS CONSUELA PENSAR QUE NO HAY MAL QUE CIEN AÑOS DURE?



         Porque un BUEN PENSAMIENTO es el mejor calmante para cualquier dolor corporal y sobre todo espiritual

         Si PENSAMOS  que es verdad que no hay mal que cien años dure y  CREEMOS lo que dijo San Pablo a los Romanos, soportaremos mejor cualquier dolor o problema.  

      "Tengo por cierto que los PADECIMIENTOS del tiempo PRESENTE no son NADA en comparación con la GLORIA que ha de manifestarse en nosotros"(Rom 8)

        Al dolor presente, se les puede añadir a los no creyentes, la incertidumbre de que ese dolor o angustia se prolongue SIN FIN después de la muerte ya que han vivido a espaldas de Dios.

        Para los creyentes que teman pasar por el Purgatorio, que no se angustien  porque deben  saber que tarde o temprano entrarán en la casa del Padre para gozar ETERNAMENTE.

         Pero ¿Cómo  podremos estar día y noche, dormidos o despiertos TODA LA VIDA sin jamás un FINAL aunque sea siempre bueno; porque si es malo, más valdría no pensarlo?

         No podemos negar que todo esto se nos hace incomprensible y que apenas lo  PENSAMOS.

         ¿Acaso comprendemos que este artículo mío que estoy publicando ahora  pueda ser leído al mismo tiempo por miles y miles de lectores?

         Cuando usamos los móviles. ¿Por donde nos vienen las voces, estemos donde estemos? ¿ Y las imágenes televisivas?

         Gracias a la inteligencia con la que Dios ha dotado a ciertos hombres  y a su trabajo, estamos rodeados de adelantos incomprensibles y que ignoramos hasta dónde podríamos llegar y los CREEMOS porque los disfrutamos.

         ¿Y queremos comprender lo que será LA VIDA ETERNA, cuando no comprendemos la vida TEMPORAL que muchas veces es una perra vida?

          Si queremos librarnos de las mordeduras que nos dan esta perra vida, tengamos siempre buenos pensamientos, como serían

        DICIENDO: "Protégeme Dios mío que me refugio en TÍ"

        RECORDANDO: que Jesucristo que es Dios, está esperándonos en la Eucaristía día y  noche.

        CREYENDO: que Jesucristo camina a nuestro lado como lo hizo con los discípulos de Emaús 

        SABIENDO que el jesuita Padre Rubio, ya canonizado, caminaba TAN UNIDO a Jesucristo que un día, al subir al tranvía de Madrid, pidió DOS billetes, con el asombro del tranviario al ver sólo al Padre Rubio

       Estos PENSAMIENTOS y otros por el estilo, que no cuestan dinero, son los únicos que nos pueden dar, por adelantado, algo de tranquilidad y felicidad tan deseada.

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