¿ESTARÁ DORMIDO JESUCRISTO?

                

           “Cuando Jesucristo subió a la  barca y le siguieron sus discípulos, se produjo en el mar una agitación grande, tal que las olas cubrían la nave; pero EL entre tanto DORMÍA, y acercándose le despertaron diciendo:

Señor, sálvanos, que perecemos.

Él les dijo:¿Por qué teméis, hombres de poca fe?

Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.

Los hombres se maravillaban y decían: ¿Quién es este, que hasta los vientos y el mar le obedecen? (Mt. 8-23)”

¿Puede que Jesucristo haya dado alguna que otra cabezada, pero nunca ha estado dormido durante estos ochenta años en los que, al menos, hemos disfrutado de cierta tranquilidad, progreso y bienestar?.

Pues ahora que estamos metidos en una tormenta, no del todo desconocida, puesto que ya la sufrimos no hace tantos años, porque siempre  han existido quienes  han querido suprimir a Dios y sus enseñanzas para imponer las suyas, como la estamos viendo y a los hechos me remito:

En lo que va de año se han contabilizado en toda España:

22 casos de atentados contra la libertad de religión

16 actos de violación de personas por sus creencias

33 casos de escarnio de la religión

99 casos en los que se margina la religión de la vida pública.

Nosotros los creyentes no tenemos más poder que  el ser tolerantes, aguantar, a nadie odiar, ser solidarios  procurando el bien de todos, ricos o pobres porque todos somos hijos de Dios y no podremos  vivir unos sin los otros.

Deberíamos CREER y tener la certeza de que Jesucristo está con nosotros y si está dormido, está deseando que LO DESPERTEMOS con nuestras oraciones para que nos ayude y sobre todo que ILUMINE a los que nos quieren gobernar SIN DIOS y sepan  que luchar CONTRA DIOS es darse contra un muro infranqueable.

A veces Dios permite estos tiempos revueltos para que los creyentes un tanto dormidos, no tengamos más remedio que acudir a Jesucristo suplicando su ayuda.

Así como Moisés durante los cuarenta años que anduvo por el desierto, derrotaba a sus enemigos cuando extendía sus brazos suplicando a Dios y perdía cuando los bajaba por cansancio y  se los tenían que mantener extendidos para seguir ganando.

Así todo el que lea este artículo y tema lo que todos tememos, que despierte a Jesucristo y entable una ÍNTIMA conversación con ÉL sabiendo que como es Dios, lo PUEDE TODO.