domingo, 16 de octubre de 2016

SIN MÍ NO PODÉIS HACER NADA

                   

       “El que permanece en MÏ y YO en ÉL, ese da mucho FRUTO, porque sin MÏ no podéis hacer NADA.

         El que no permanece en mí es echado fuera, como el sarmiento, y se seca y los amontonan y los arrojan al FUEGO para que ardan.

         Si permanecéis en mí en mí y mis PALABRAS permanecen en vosotros, pedid lo que quisiereis, y se os DARÁ” (Juan15-5)

        Todo esto que nos dejó escrito San Juan cap.15-5, se lo dijo Jesucristo a sus discípulos y ahora, ¿Nos podría decir?

        Sin mí no podéis hacer nada BUENO; pero si MUCHO MALO.

      ¿De cuántos BIENES nos privamos los que nos llamamos seguidores de Jesucristo, si no PERMANECEMOS en SU amor y cuántos MALES si vivimos como si Jesucristo no existiera?

      ¿Y cuántos MALES tendríamos que soportar de los que nos gobiernen, negando la existencia de Dios?

       Porque el que se declara Ateo, no es que tenga dudas, que todos las podemos tener, de que Dios existe, es que AFIRMA , sin PRUEBAS, que Dios NO EXISTE.

       Cuando ningún juez, al no poder condenar a ningún reo, sin pruebas condenatorias  aplica el “in Dubio pro reo”, y por lo tanto, ante la duda, el reo es inocente.

       Pues los Ateos, sin PRUEBAS condenatorias, sino más bien con pruebas más que suficientes para probar que Dios existe, LO condenan a la pena de MUERTE como sería su INEXISTENCIA.

     ¿Quién le ha dado poder y otorgado autoridad a los que nos quieren gobernar sin Dios?

     Nos podrán decir que el PUEBLO.

     Pero ¿Qué poder tenemos nosotros, como pueblo si estamos sujetos a lo que Dios disponga de nuestras vidas?

    ¿Qué fuerza moral y autoridad, aunque tengan mucho poder impositivo, tendrían para que respetáramos sus leyes, cuando ellos no respetan las de Dios que los podría eliminar de la noche a la mañana?

      Bien claro le dijo Jesucristo a Pilato que el PODER que tenía para condenarlo, le venía de ARRIBA.

     Me temo que lo que desearían y quieren los Ateos es que Dios no exista, ni sus leyes para que ellos puedan imponer las suyas más permisivas y atractivas para ellos, y sobre todo para los que, por mayoría, le han otorgado el poder.

    Queda de manifiesto que si Jesucristo, que es Dios, dijo que sin ÉL no podríamos hacer nada BUENO,

    El ir contra ÉL, sería ahora un desastre, como ha sucedido en algunos  países donde han GOBERNADO los SIN DIOS.

     A la historia me remito..¿QUIÉNES CONTRA DIOS?






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