viernes, 25 de noviembre de 2016

¿POR QUÉ NADIE HA VISTO A DIOS?

            
           Porque San Juan en su Evangelio capítulo 1 dice:
            
            “A DIOS nadie lo vio JAMÁS”
           
              Y porque Abraham sólo OYÓ su voz cuando le dijo que le sacrificara a su hijo Isaac  y a Moisés, desde la zarza que ardía sin consumirse, le dijo "Yo Soy el que  Soy" y el mismo Jesucristo y sus discípulos, en el Monte Tabor oyeron  una voz que les decía: Este es  mi hijo el amado, escuchadle.

Y si nadie ha visto al Dios Padre y al Dios Espíritu Santo, es  porque aunque  se hubieran dejado ver,  muchos seguirían sin creer en Dios.

 Y sobre todo porque Dios es INFINITO y lo que no tiene principio ni fin, no se puede ver. aunque " En Dios SOMOS, VIVIMOS Y NOS MOVEMOS"

Como tampoco se puede ver con un telescopio, por potente que sea, dónde EMPIEZA y TERMINA ese Espacio Cósmico, o sea ese Infinito sincategoremático, o hábitat en  donde VIVEN y se DESPLAZAN  a velocidades vertiginosas sin chocar y sin variar sus órbitas, las estrellas, los planetas, las galaxias, y se estima que existen unos catorce mil millones de estrellas semejantes al Sol en nuestra Galaxia.

Y el final de ese Espacio o HÁBITAT ¿Será  el vacuo o la nada? 

¿Acaso vemos dónde está nuestra inteligencia, nuestra memoria, nuestras ideas, el amor,  el odio?.

¿Quién diría que no existe el aire, el oxígeno, la luz porque son invisibles; pero  palpamos sus  consecuencias?

Lo INVISIBLE es lo más misterioso y grandioso como lo es DIOS a quien sólo podremos conocer por toda la creación conocida  y por nuestra propia existencia en la que ni conocemos qué es nuestra vida y en donde reside.

Por eso no podremos ver a Dios aquí en la tierra porque como dice San Juan  en su primera carta, capítulo 3:
          
          "El que no ama a Dios, no conoce a Dios, porque Dios es amor.
         
          Pero "Seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es”

Y ese "Tal cual es" de Dios, será la  misteriosa y grandiosa sorpresa cuando nos SINTAMOS imbuidos en el AMOR eterno del Dios a quien hemos amado sin haberlo visto.

Mientras estemos en la tierra, podremos pensar en  Jesucristo, que como Dios y como hombre, está presente en la Eucaristía INVISIBLE esperando nuestra visita o acompañarnos, si así lo pensamos y creemos con lo que podremos decir que hemos ESTADO con Dios aunque no LO hayamos visto.    

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