Aunque no sepamos el por qué Dios
nos ha creado hombre y mujer con todos nuestros defectos, limitaciones,
discordias etc,etc, y el que pueda crear o tenga ya creados otros seres
impensables en ese casi infinito número de planetas conocidos o por conocer.
Sí que podremos
pensar, por lo que conocemos de los Ángeles, de que son los CORTESANOS de Dios a quien ADORAN, son nuestros Ángeles de la Guarda y sus
mensajeros.
¿Quién no ha deseado haber nacido ángel, cuando las ridículas
y humillantes necesidades fisiológicas del cuerpo, las enfermedades y los
achaques nos convierten en piltrafas humanas?
Dios que se nos podía haber declarado como DUEÑO y SEÑOR y
nosotros hubiéramos sido sus servidores a sueldo.
Sin embargo se declaró PADRE para AMARNOS como tal y nosotros, como hijos. tener
la posibilidad de llegar a ser como ÉL, siempre que LE amáramos
con el mismo amor DESINTERESADO con el
que nos AMA y no por AMBICIÓN y egoísmo como la tuvieron Adán y Eva y muchos, posiblemente la tengan.
Ser llamado hijo de Dios, siempre será mejor que ser Cortesano con la diferencia de que el
Ángel es cortesano ya y nosotros lo
tenemos muy difícil llegar a la altura
del AMOR de DIOS.
El que Dios sea nuestro
Padre, lo sabemos porque Jesucristo
nos dijo que tendríamos que rezar diciendo: PADRE nuestro y nunca dijo SEÑOR
Nos Bautizan en el nombre del PADRE…
El que me ve a MÍ ve al PADRE, dijo Jesucristo
Puede que alguien piense: ¿Y por qué si Dios es tan buen
padre y que lo puede todo, no me da todo lo que le pido?
Recuerde que el Padre
de la parábola del hijo prodigo, no pudo impedir que uno de los hijos pidiera
ya por adelantado su parte de herencia para dilapidarla en libertinajes.
Y cuando volvió
hundido en la miseria, pidiendo perdón, el Padre le abrazó todo gozoso,
sin una réplica.
Por eso San Lucas en su capítulo 15,7 cuenta que Jesucristo
dijo:
“Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo
por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve que no necesitan
arrepentimiento.”
Todos, como hijos de Dios tenemos la posibilidad de llegar a
ser como nuestro Padre, no porque nos parezcamos a ÉL sino porque LE habremos AMADO como ÉL nos AMA.
Pero como el Amor ni se compra ni se vende y jamás se
IMPONE, Dios no puede AMAR al que no quiera ser AMADO ya que sea por no CREE en ÉL o no le interese CREER.
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