Porque la Iglesia no impone ni obliga a
nada, ni sus seguidores pagan una cuota
para estar afiliados y conseguir mejorar
su situación económica, sino que lo hacen por amor a Jesucristo y a su Iglesia, edificando su
morada vital.
Olegario González de Cardedal publicó en la Tercera de ABC el domingo 9 de
Abril un artículo que empezaba así:
“El hombre no encuentra el mundo hecho,
sino que tiene que construírselo edificando su morada vital.
¿Desde dónde y hacia dónde edifican los
humanos su aposentamiento en la existencia?
Desde la tradición bíblica y helénica siempre ha estado ante
los ojos de los constructores morales de
la vida humana la imagen de la casa.
A ella pertenecen como elementos las
cuatro columnas que sostienen el techo y que en nuestra cultura, son las cuatro virtudes cardinales:
La Prudencia (recto orden de derechos
de fines y medios)
La Justicia (recto orden de derechos y
deberes)
La Fortaleza (recta respuesta a los
excesos al acoso exterior)
Y la Templanza (recta respuesta a los
excesos corporales)
La Biblia, surgida en el judaísmo junto
con el cristianismo, y la metafísica griega coinciden en este proyecto moral de
la casa del hombre. Sin él hay vida ANIMAL; pero no hay vida HUMANA.
Lo más grave que le puede suceder al hombre es que
desconozca realidades esenciales para el descubrimiento de su destino y la realización de su vocación.
Sólo en el silencio y sosiego, en la paz y la ORACIÓN, puede descubrir sus carencias y vacíos, sus posibilidades y esperanzas y así podrá reconocer sus culpas y confesar sus pecados"
De acuerdo con todo lo transcrito del articulo, queda bien claro que sólo podrán tener AUTORIDAD, los que, al menos, intente ser Prudentes, Justos, Fuertes y Templados o moderados y no para ser apreciados, que lo serán, sino porque aman a Jesucristo, a quien querrían parecerse y seguir los sabios consejos de su Iglesia
¿Quién pudiera fundir esta AUTORIDAD con el PODER de los PARTIDOS en una campana que a
su toque honrado, justo, solidario y sin
partidismos extremosos acudiéramos todos hermanados?
Esto sería una utopías realizable si desapareciera por
completo el odio y el ansia de revanchismo de una parte y dejara de legislar, para
herir sentimientos muy profundos de otros muchos millones.
Se han creado inútiles enfrentamientos. ¿Dónde está el
diálogo y el talante conciliador?
¿Por qué se quiere imponer una educación libertaria, sin esfuerzo, sin sacrificio, sin
fundamento como sería en el SANTO TEMOR DE DIOS, que es el principio de la
sabiduría y cuando se producen los desmanes y violencias que estamos sufriendo,
se tienen que apagar con más policías y cárceles?
¿Por qué se permiten y fomentan los botellones y al
mismo tiempo se legisla prohibiendo la venta de alcohol a los menores?
¿Por qué se le permite a una niña abortar sin el
consentimiento de los padres y no la pueden operar de cualquier otra enfermedad
sin la autorización de los padres?
Se están dando tantas contradicciones en legislar, que
da la sensación de que se legisla a lo loco, porque a lo loco se vive mejor o
porque se quiere ir contra la
Iglesia.
La Iglesia no tiene más poder que su palabra y sus
miembros docentes, apenas cobran para mal vivir. Si vivieran tan bien como
algunos piensan, los Seminarios y Conventos estarían a tope, dado el paro que
hay.
¿Por qué se le quiere marginar y se le odia tanto,
cuando es la que tiene más obras
sociales, y todo a cambio de odio y marginación?
Sería saludable para todos, si escucharan las
palabras, que, más o menos, José Bono dijo que el partido se
tendría que renovar incluyendo en su programa algo del cristianismo.
Recuerdo que cuando iba a la escuela pública y sin
crucifijos, mis adversarios políticos me
decían que Jesucristo fue el primer socialista
.Si así lo siguen creyendo ¿Por qué no lo imitan. Entonces podría
sonar esa campana llamándonos a la unión y a la hermandad y se daría el verdadero PROGRESO.