sábado, 24 de junio de 2017

¿FUE LA CREACIÓN UNA NECESIDAD O CAPRICHO DE DIOS?



            Fue por  Necesidad y Capricho, puesto  que eso es el amor y Dios, esencialmente es amor

            Nosotros  siendo imagen y semejanza de Dios no podemos negar que todos nuestros amores lícitos o ilícitos son un totum revolutum de Necesidad y Capricho.

            Pero como sólo existe un amor verdadero, entre los muchos sucedáneos, sepamos cómo es el amor que Dios buscó, busca y sigue buscando.

Podríamos pensar que como Dios  no tuvo principio, y todo cuanto existe lo ha tenido, debió vivir sólo; pero sintiendo una necesidad  de comunicarse, que es el comienzo del amor y un capricho de ver cómo sería correspondido.

Con  mucho amor, creó  este complicado, maravilloso y misterioso universo, sin ninguna correspondencia, cosa que a nosotros no nos sucede cuando procreamos hijos, que nos aman y amamos.

Y como no puede existir el amor si no hay correspondencia.

            Dios creó a los ángeles como cortesanos a quien amar, esperando ser amado; pero algunos, al querer ser más que cortesanos, se rebelaron  saliendo de la órbita del amor Divino para entrar en la del odio satánico

            Pero Dios que nos creo como hijos, tan a imagen y semejanza suya, procreadores de nuevas vidas y tuviéramos hijos que no nos amaran, ESPERABA que jamás haríamos lo mismo con EL. 
           
            Como por desgracia, no se cumplió lo deseado y seguía sintiendo  la Necesidad de amar y ser amado.

            Bajó del Cielo para decirnos no sólo con palabras, cuando dijo:

“Nadie tiene mayor amor que este de dar  uno la vida por sus amigos" 

            Pero  como las palabras se las puede llevar el viento, nos lo demostró con su Vida  Muerte, Resurrección, prometiendo: 

 “Yo estaré con os todos los días hasta la consumación de los siglos. 

              Promesa que sigue cumpliendo en la Eucaristía

            Pero el amor que siempre buscó Dios, busca y seguirá buscando es el que el poeta anónimo del siglo XVI dejó escrito  en sus últimos tercetos.
            
           Muéveme en fin, tú AMOR, y de tal manera
Que aunque no hubiera CIELO yo te AMARA
Y aunque no hubiera infierno te temiera

            No me tienes que DAR porque te QUIERA
Pues, aunque lo que espero no ESPERARA,
Lo mismo que te quiero te QUISIERA.
        
         Este amor tan  desinteresado es que el Dios busca; pero se conforma con que sepamos acudir a ÉL cuando lo necesitemos como suele decirse: "Sólo  nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena"

        O como lo hacen los hijos pequeños abrazando a sus padres para pedirle algo o refugiarse ante un peligro.

        No olvidemos que si queremos entra en el reino de los Cielos, no tendremos que hacer como niños.

      Así de generoso es Dios que se conforma con que digamos con el corazón en la mano: PROTÉGEME DIOS MIO QUE ME REFUGIO EN TÍ 

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