lunes, 12 de junio de 2017

¿POR QUE LA HUMILDAD CONSTRUYE Y LA SOBERBIA DESTRUYE?

                 
           Porque la Humildad es Divina  y la Soberbia, Satánica.
           
           El ser humilde no significa estar arrugado, tímido, quieto, sin arrestos, arrodillado o tirado por los suelos, sino que al conocerse a sí mismo, dice "saber que no sabe nada" y por lo tanto al estar en la verdad, caminará libre.

            El que sea humilde de verdad porque admite que todo cuanto tiene de inteligente, de trabajador, de  honradez y de todas otras  muchas cualidades, no son suyas. Sino que  son DONES de Dios, con los que  ha intentado e intenta negociar.

          Por lo tanto no se cree superior a los demás. Cada uno es como Dios lo ha  creado o dotado.

            Porque lo que importa en este mundo tan desigual, es que interpretemos el papel que Dios nos haya asignado, sea de rico o de pobre, porque nos lo pagará no por la categoría del personaje, sino cómo lo hayamos interpretado.

          Cuando te encuentras con alguien humilde, sencillo, que te escucha, que habla lo necesario,  sin protagonismo, demostrando mucha inteligencia, honradez y con principios éticos morales y religiosos, es educado  aunque vaya pobremente vestido, te habrá  conquistado sin pretenderlo, de tal forma que puedes tenerlo como buen amigo en quien puedes confiar plenamente.

         Pero si te topas con un altivo, presumido, queriendo demostrar que las sabe todas, que habla y habla, que promete y promete sin ideas claras y a veces contradictorias y utópicas, demostrando una ambición desmedida y sin más bagaje que lo que dice, piensa y no muy ortodoxo.

            Con ese tal no se iría, ni a una mina de oro que dice ser suya.

            Ahora por desgracia, el que siendo inteligente; pero humilde, pasa desapercibido y es un don nadie.

            Pero los altivos, ambiciosos, ateos, agnósticos, anticlericales que critican y a veces, hasta insultan sin mucha educación,  no ofrecen material ni para fabricar un ladrillo.

         Que Dios nos libre de estos libertadores que quieren cambiar el  mundo, poniéndolo patas arriba.
                        

No hay comentarios: