Aunque creamos que fue
un castigo de Dios y algunos digan: Si el trabajo es salud, viva la
tuberculosis
El Trabajo y los Mandamientos de Dios, aunque nos parezcan
castigo, son las dos Únicas imposiciones que nos pueden dar VIDA y SALUD corporal y
espiritual, puesto que somos Cuerpo y Alma.
¿Qué sería de nosotros si Dios nos hubiera condenado a vivir
sin trabajo, a no hacer nada, ociosos,
aburridos e iguales todos los días, sin
cansancio y por lo tanto sin disfrutar del descanso, de las vacaciones etc.
también sería como el tener que comer siempre y sin apetito?
Somos tan irracionales y contradictorios, que consideramos una carga, el buscar trabajo y cuando
lo perdemos, no hay quien nos aguante.
Lo mismo nos pasa con los Mandamientos, los creemos unas
cargas insoportables y resulta que gracias a ellos, podemos vivir y convivir con cierta tranquilidad.
¿Qué tranquilos y felices viviríamos si nadie mintiera, ni
calumniara, ni robara ni matara, ni cometiera adulterios e infidelidades, sin esa
promiscuidad sexual, ni alcohol, droga, abortos,
egoísmos, ambiciones etc.etc.?
Luego queda de manifiesto que el Trabajo es SALUD y que gracias a los mandamientos, nos
deberíamos comportar como seres civilizados y racionales y no como animales que
sólo comen, beben y se reproducen.
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