La categoría real y verdadera de cualquier persona, sólo se debe calibrar por sus dichos y HECHOS, honradamente comprobados y demostrados y no por sus mentiras, engaños, manipulaciones, cinismos e hipocresías.
¿Quién se atrevería a decir, por muy superhombre que
fuera, lo que Jesucristo dijo:
“ El Padre obra continuamente y YO ni más ni menos”
“El Padre y yo somos uno”
“El que ME ve, ve al Padre”
“YO soy el Camino, la Verdad y la Vida ”
“YO soy la Resurrección y la
vida
“YO soy la luz del mundo
“El que me sigue no anda en tinieblas”
“Yo soy el buen pastor”
“Yo he vencido al mundo”
“Sin mí nada podéis hacer
“Venid a mi todos los que andéis cargados con
trabajos y cargas y yo os aliviaré”
“Aprended de mi que soy manso y humilde
de corazón”
“Yo
estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos-
“El que come mi carne y bebe mi sangre,
mora en MI y YO en él”
Todos estos y muchos más lo dijo Jesucristo con la
autoridad que le daba el ser “UNO con el PADRE.
Algún loco prepotente también los pudiera haber
proclamado; pero jamás los podría haber confirmado como lo demostró Jesucristo
con los siguientes portentos, siendo un HOMBRE.
Resucitó a su amigo Lázaro muerto de cuatro días
Resucitó a la
hija de Jaíro.
Al único hijo de una pobre viuda, también lo resucitó
Entres otras muchas curaciones milagrosas, limpió de
lepra a diez y sólo uno volvió para agradecérselo. ¡¡Así somos de agradecidos
con Dios, muchas veces!!
El milagro más difícil, porque no dependía de ÉL sino de
la LIBERTAD
humana, fue el conseguir que Zaqueo,
hombre riquísimo, dijera: “Señor doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si
a alguien he defraudado en algo, le devuelto el cuádruplo” ¿Conseguiría
Jesucristo hoy este milagro entre tanto
corrupto?
“Si no hago las OBRAS de mi Padre, no me creáis; pero
si las hago, ya que no me creáis a mi, creed a las obras, para que sepáis y
conozcáis que el Padre ESTÁ en MI y YO en el PADRE.”
También convendría saber que todo cuanto hemos leído es tan verdad como el que Jesucristo fue traicionado por unos de los suyos.
Qué Pedro lo negó tres veces y luego Jesucristo le dio las llaves del Reino de los Cielos.
Que ninguno LE ayudó a llevar la cruz,
Ninguno LE defendió, y la mujer de Pilato sí que lo hizo
Y otros tantos episodios en los que salen mal parados los que escribieron los Evangelios.
También convendría saber que todo cuanto hemos leído es tan verdad como el que Jesucristo fue traicionado por unos de los suyos.
Qué Pedro lo negó tres veces y luego Jesucristo le dio las llaves del Reino de los Cielos.
Que ninguno LE ayudó a llevar la cruz,
Ninguno LE defendió, y la mujer de Pilato sí que lo hizo
Y otros tantos episodios en los que salen mal parados los que escribieron los Evangelios.
Ni DIOS
puede TOCAR nuestra LIBERTAD.
Todo
abuso de poder, aún el de Dios, no
CONQUISTA, avasalla y esclaviza.
Jesucristo
dejándose CRUCIFICAR consiguió crear, no
un tsunami, sino una marea silenciosa y persistente, de sudor, lágrimas y sobre
todo de
la SANGRE
derramada en la CRUZ
con la que ha conquistado y sigue conquistado lo más DIFÍCIL y deseable: Las
VOLUNTADES y CORAZONES de muchos.
¿Cabe la posibilidad de que la OBRA de Jesucristo sean tan BRILLANTE que alguien no la pueda soportar?
¿Cabe la posibilidad de que la OBRA de Jesucristo sean tan BRILLANTE que alguien no la pueda soportar?
Cuenta la leyenda que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga.
Esta huía rápida de la feroz serpiente; pero el reptil no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía.
Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo:
-¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro a darle este privilegio nadie; pero como te voy devorar, puedes hacerlo, - dijo la serpiente,
- ¿Pertenezco a tu cadena alimentaria, dijo la luciérnaga
- No, - contestó la serpiente.
- Te hice algún mal, No, contestó la serpiente
- Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
- ¡Porque no soporto VERTE BRILLAR
Si todos esos Crucifijos ignorados y colgados de tantas paredes pudieran hacer las siguientes preguntas a los que quieren de desaparezcan:
¿Acaso he sido un tirano, que he abusado de mi poder estando clavado en una cruz, cuando sólo hice el bien?
¿Es que no puedo servir de ejemplo para que vuestros hijos aprendan a ser buenos, honrados y trabajadores?
¿Qué culpa tengo yo de que muchos que se llaman seguidores míos, me enarbolen para ocultar sus pecados y fechorías?
¿Es tan grande mi PODER desde esta CRUZ que os CIEGA mi BRILLO y os quedáis sin respuestas justas y razonables?
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