¿Por qué
habría que CONFESARSE, al menos, in “ARTÍCULO MORTIS”?
Voy a
relatar una VISIÓN que contó, en el capítulo XXXVIII de su autobiografía,
Santa Teresa de Ávila.
“Otra
vez me acaeció así otra cosa que me espantó mucho.
Estaba en una parte adonde se murió cierta persona que había vivido harto
mal, según supe, y muchos años, mas había dos años que tenía enfermedad y en
algunas cosas, parece que estaba con enmienda.
Murió sin CONFESIÓN mas con todo esto no me
parecía a mí que se había de condenar.
Estando amortajando el cuerpo, vi muchos demonios tomar aquel cuerpo, y parecía
que jugaban con él y hacían justicia con él, que a mí me la puso gran pavor,
que grandes garfios le traían de uno en otro.
Como le vi llevar a enterrar con la honra
y ceremonia que a todos, yo estaba pensando la bondad de Dios, cómo no quería
fuese difamada aquel
alma, sino que fuese encubierto ser su enemiga.”
“Estaba yo medio boba de lo que había
visto. En todo el oficio no vi
más demonios; después, cuando echaron el cuerpo en la
sepultura, era la multitud que estaban dentro para tomarle, que yo estaba fuera
de mí de verlo, y no era menester poco ánimo para disimularlo.
Consideraba qué harían con aquel alma,
cuando así se enseñoreaban del triste cuerpo.
Pluguiera el Señor que esto que yo vi,
cosa tan espantosa, vieran todos los que están en mal estado, que me parece
fuera gran cosa para hacerlos vivir
bien.
Todo esto me hace más conocer lo que debo a
Dios y de lo que me ha librado.”
Opino que esta VISIÓN debería ser CREÍDA,
puesto que Santa Teresa fue nombrada Doctora de la Iglesia.
La muerte para los ateos, agnósticos o no
creyentes, es el final de la vida, sin más, después no hay NADA.
Y ¿Si lo hay? ¿Qué se adelantaría jugárselo todo a una carta
y aunque no tuviera FE, reconocer sus pecados y CONFESARSE, al menos, ANTE LA MUERTE?
El que así se comportara con humildad y
arrepentimiento, sepa que esa CONFESIÓN sería como recibir gratis una ENTRADA a
la otra vida, aunque sólo fuera para obtener un asiento con pocas pretensiones;
pero un asiento.
Para la Iglesia, que es nuestra
madre, es tan importante la
CONFESIÓN in AERTICULO MORTIS que cualquier sacerdote, aunque
haya colgado los hábitos, tiene PODER y casi OBLIGACIÓN, al no haber otro
sacerdote, de intentar CONFENSAR y perdonarle los pecados al MORIBUNDO, sea
ateo, agnóstico no creyente o creyente.
El que lea este artículo y sienta cierta
curiosidad, lea, por favor, mi artículo “¿Puede rezar en Agnóstico” publicado
el 14 de Abril 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario