Porque al ser espíritus puros salidos de la ESENCIA de Dios, que es el
AMOR, cuando volvamos a ÉL nos sentiremos UNIFICADOS en un solo AMOR, el de Dios
Sólo pensar que ETERNAMENTE viviremos siendo AMADOS
por Jesucristo
¿No deberíamos ser agradecidos amándole aquí en la tierra?
¿No deberíamos ser agradecidos amándole aquí en la tierra?
Un ser humano se DIGNIFICA de acuerdo
con la DIGNIDAD
de la persona amada.
Por eso mientras estemos en la tierra
si queremos disfrutar de la más ALTA DIGNIDAD deberíamos AMAR a DIOS sobre
todas las cosas y no por obligación sino porque los que salimos ganando somos
nosotros.
¿Pero por qué nos OBLIGA Dios a que LE amemos por encima de todo?
Porque
somos tan olvidadizos, estúpidos y rebeldes que si no fuera por mandato y amenaza de castigo no le
AMARÍAMOS en la tierra perdiendo lo ÚNICO y más IMPORTANTE de nuestra vida
presente y futura.
El que sea capaz de poner el AMOR a
DIOS como centro y motor de su vida habrá conseguido un PODER invisible que
todo lo domina.
Porque con ese PODER sentirá
controladas y casi dominadas todas sus VIVENCIAS buena o malas, y conseguirá poner a Jesucristo, que ES DIOS, en el centro de toda su vida.
Y entonces, hasta podrá sentir y decir
lo de San Pablo:
“Mihi vivire Christus est” Mi VIVIR es
CRISTO
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