miércoles, 14 de febrero de 2018

¿POR QUÉ DIOS NO ANIQUILA ESTE MUNDO YA?

          Esto es lo que más de uno puede pensar y hasta desear, dadas  tantas tragedias y catástrofes mundiales etc.etc.

         Y ¿Por qué nosotros seguimos siendo  padres, sabiendo y temiendo lo que les puede pasar a nuestros hijos?

          Porque somos de "De tal PALO tal astilla"

         Por eso Dios Padre, desde allá ARRIBA y Jesucristo como Dios HIJO desde aquí abajo, siguen ACTUANDO.

         El Dios PADRE el HIJO y el ESPIRÍTU SANTO debieron de emplear millones y millones de años, de los nuestros, porque para Dios no existe el tiempo, ya que es eterno, en CREAR todo cuanto existe y siguen  CREANDO nuevos mundos  CONSERVÁNDOLOS para que no vuelvan a la nada.  Así que jamás podrán estar OCIOSOS.

         Al recriminarle los judíos a Jesucristo el hecho de haber curado en sábado a un paralítico, les respondió:

“Mi Padre SIGUE obrando todavía y por eso OBRO yo también”

Por esto los judíos buscaban con más ahínco matarle, pues no sólo quebrantaba el sábado, sino que decía que Dios era su Padre, haciéndose IGUAL a Dios.

Bastante ENTRETENIMIENTO tiene Dios con seguir CREANDO, dirigiendo y manteniendo a las múltiples nuevas vidas que salen de su propia ESENCIA que es el AMOR y, por si era poco quebradero de cabeza, nos tiene  contados hasta los cabellos de nuestras cabezas,  lo que supone de CUIDADO paternal y amoroso inigualable.

  Y para al final, ACOGERNOS en su seno y disfrutar de nuestra compañía por toda la ETERNIDAD.

En el trabajo, un compañero  de familia numerosa me contaba que su padre cuando volvía del trabajo preguntaba a quién habría que llevar a urgencias.

Jesucristo no tendrá que llevar a nadie a urgencias; pero sí tendrá que ver llegar a muchos  tan desfigurados por los muchos pecados que no los   conocerá como hijos ni ellos querrán ser reconocidos como tales para no verse obligados a AMAR al que nunca quisieron AMAR.

Puesto que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, tampoco deberemos estar OCIOSOS.

Si nos analizamos, comprobaremos que siempre estamos pensando o haciendo algo a no ser que estemos dormidos y aun así no nos libramos de los sueños y pesadillas, luego la ociosidad absoluta brilla por su ausencia.

         Bien es verdad que la OCIOSIDAD es madre de todos los vicios; pero una ociosidad controlada y bien dirigida puede ser fuente de muchas alegrías.

         Estando aburrido y ocioso, ¿Se nos ha ocurrido alguna vez, DEDICAR algunos minutos  a PENSAR  que Dios está dentro de nosotros y que Jesucristo nos ESPERA  en la EUCARISTÍA?


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