martes, 13 de febrero de 2018

¿POR QUÉ LA IGLESIA TIENE TANTO PODER?


            Porque el poder de la Iglesia no está en sus Catedrales, ni en sus miles de Iglesias,ni en su Diplomacia Vaticana,  sino con el AMOR con el que viven sus seguidores incondicionales seguidores AMANDO a Dios a los demás.

            Pero no con cualquier AMOR, sino con el que San Pablo dejó escrito, tan leído, escuchado y poco practicado.

           El AMOR es Longánime, generoso.
           Es Benigno.
           No es Envidioso.
           No es Jactancioso.
           No se Hincha.
           No es Descortés.
           No  busca lo Suyo.
           No se Irrita.
           No Piensa mal.
           No se Alegra de la Injusticia.
           Se Complace en la Verdad.
           Todo o Excusa.
           Todo lo Cree.
           Todo lo Espera.
           Todo lo Tolera.

           Así como el PODER de DIOS no está en su OMNIPOTENCIA sino en el AMOR  con en el que nos ha CREADO y nos mantiene.

          Todo el que practique y viva ESTE AMOR, será un DIOS en la tierra, aunque lo Crucifiquen.

         “Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos:                     ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron: Unos, que Juan el Bautista, otros. Que Elías, otros, que Jeremías u otro de los profetas.
Y EL les dijo: Y vosotros ¿Quién decís que soy?
Tomando la palabra Simón Pedro, dijo:
Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Y Jesús respondiendo dijo:
Bienaventurado tú., Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien esto te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos.

Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi IGLESIA, y las PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA.”

Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra, quedará atado y cuanto desatares quedará desatado  en los cielos.”

Así de CONTUNDENTE  afirmó JESUCRISTO que es DIOS y lo está demostrando la HISTORIA.

         Ya los judíos por ser pueblo de Dios por lo tanto Iglesia, fueron esclavizados en Egipto luego desterrados a Babilonia y dominados por los romanos que crucificaron a Jesucristo y destruyeron el templo de Jerusalén, fueron casi aniquilados por los Nazis y ahora luchan por poseer la tierra prometida por Dios.

         Los Césares de Roma con todo su PODER fueron ahogados por la SANGRE derramada de los MÁRTIRES Cristianos.

         Los Árabes aplastaron en TRES años a los CRISTIANOS y aunque   OCHO SIGLOS les costó la reconquista empezando desde la Virgen de Covadonga, la IGLESIA salió tan fortalecida que se EXPANDIÓ por el nuevo continente descubierto por Cristóbal Colón gracias a la ayuda de los Reyes CATÓLICOS y se vivió el Siglo de Oro y en España  no se ponía el sol.

         ¿Dónde están esos PODERES con  Ideologías Ateas, Agnósticas y Anticlericales que   han atacado de FRENTE a la IGLESIA intentado destruirla, ignorando que estaban topando con un muro infranqueable.

         Como el Demonio sabe más por viejo que por sabio, se está dando cuenta que atacar de FRENTE a la IGLESIA de Jesucristo, es un fracaso, porque es de DIOS,

         Está cambiando de estrategia, vistiéndose con piel de cordero, se presenta como benefactor de la humanidad y, nos está dando gato por liebre, pregonando que el progreso y el bienestar, sólo se podrá conseguir con la plena libertad para disfrutar en la promiscuidad sexual, el aborto, el divorcio, la eutanasia, etc.etc.

         No olvidemos que a Luzbel y sus seguidores no les debió parecer justo que Dios nos CREARA dotados de un poder similar al SUYO, ya que podremos PROCREAR nuevas vidas y por lo tanto superior a ellos.

         Comidos por la envidia, en cuanto aparecieron Adán y Eva, los engañaron para que Dios los extinguiera por su desobediencia.

         Satanás no tiene prisa porque sabe que con el tiempo, si prevalece su estrategia, la natalidad ira disminuyendo de tal forma que acabará desapareciendo y así  ya no tendrá envidia ni competencia ante Dios.

 Pero eso JAMÁS sucederá. PALABRA DE DIOS.

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