miércoles, 28 de marzo de 2018

NACER, VIVIR Y MORIR, SON NUESTRAS TRES CRUCES DEL GÓLGOTA


     
           El Tres es número Misterioso y  Enigmático en lo Divino y en lo Humano.

          Padre, Hijo y Espíritu Santo.
 FE, Esperanza y Caridad?
          Tres veces fue tentado Jesús por Satanás.
           Tres veces fue negado por Pedro.
          Resucitó al tercer día.

           Derecha, Centro, Izquierda.
          Padre, Madre, Hijo.
          No hay dos sin tres
          A la tercera va la vencida.
          Libertad, Igualdad, Fraternidad
          
Y Nacer, Vivir, Morir, tiene cierta similitud con las tres cruces del Gólgota.

Porque si para nacer o morir no han contado con nosotros, el vivir depende de tal modo de nosotros que  ni Dios  puede obligarnos a ser buena o mala persona, porque nos ha dado el don de la libertad
        
Jesucristo, todo un Dios crucificado, no pudo influir en la actitud de los dos ladrones

Uno de los crucificados que estaba al lado de Jesús, fue el ladrón que olvidándose de todas sus fechorías, encima se burlaba de Jesucristo y LE exigía que lo liberara.

         ¿Cuántos, por desgracia, morirán con esta actitud inútil, triste, injusta e irracional ante la muerte inevitable?

         El otro crucificado, llamado el Buen Ladrón, arrepentido de sus delitos, reprendiendo a su compañero, reconociendo la injusticia e inocencia de Jesús y creyendo en su PODER aun estando en la Cruz, le suplicó

         “Acuérdate de mí. Cuando llegues a tu Reino”

         “Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”

           Esta sería la única actitud humilde, creyente y razonable de todo el que quiera pasar de la muerte a la Resurrección.

         Jesucristo Crucificado es la actitud más Misteriosa, Sublime e Inesperada de todo un Dios para decirnos que si queremos ser como Dios, resucitando, antes tendremos que asumir nuestra Crucifixión.

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