sábado, 2 de junio de 2018

¿EN QUE MANOS DEBERÍAMOS ESTAR?


         ¿En nosotros se cumple lo del cantar "Que de de mano en mano va y ninguno se lo queda"

          Los que creamos de verdad en Dios, procurando cumplir sus leyes, no tengamos MIEDO de tener que andar de la "Ceca y la Meca porque el que nos Mande sea  Ateo, que negando la existencia de Dios, también niegue sus leyes para imponer las suyas.
         
           Porque estamos en la MANOS de DIOS, cuando Dijo:

     "Mi delicia es estar con los hijos de los hombres" siempre que nosotros estemos con ÉL"

         Y Jesucristo que es Dios dijo:": Venid a mí todos los andéis con trabajos y cargas y yo os aliviaré"

         Taambién dijo: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos"

         Y el no va más de su presencia es cuando dijo:

        " El que come mi carne y baba mi sangre, mora en mí y yo en él."

          Y si Jesucristo dijo todo esto fue porque, ya que nosotros no nos  ponemos en la manos de Dios, porque está alla ARRIBA,

          Jesucristo, como hombre y como Dios, puede MORAR ahora en nosotros si moramos en ÉL

¿Somos conscientes y lo vivimos a tope?

Tener FE y vivirla es igual a tener a Dios, no sólo en nuestras manos, sino a nuestra disposición.

Entre los muchos milagros que hizo Jesucristo voy relatar el de la Cananea:

Saliendo de allí Jesús, se retiró a los términos de Tiro y Sidón.
Una mujer cananea de aquellos contornos comenzó a gritar diciendo:
Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David; mi hija es malamente atormentada por el demonio, pero el no le contestaba palabra.
Los discípulos se LE acercaron y LE rogaron, diciendo:
Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros.
Él respondió y dijo: No he sido enviado sino a la ovejas perdidas de la casa de Israel.
 Mas ella, acercándose, se postró ante ÉL diciendo:
¡Señor, socórreme!
 Contestó ÉL y dijo:
No es bueno tomar el pan de los hijos y arrojarlo a los perrillos.
Mas ella dijo: Cierto, Señor, pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores.
Entonces Jesús le dijo:
¡Oh mujer, grande es tu Fe!
Hágase contigo como TU QUIERES.
Y desde aquella hora quedó curada su hija.

Esta mujer tuvo tanta FE en Jesucristo, que le estaba probando su fe sin ser judía, se puso en sus MANOS de tal forma y con tanta humildad, que DIOS acabó en las MANOS  de la Cananea al CONCEDERLE lo que deseaba.

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