sábado, 29 de diciembre de 2018

NO HAY MAL QUE CIEN AÑOS DURE

        
       Cuando se está sufriendo un dolor corporal o espiritual, puede que el pensar que no vivirá cien años, le hará mejor efecto que cualquier calmante.

         El que  esté de acuerdo con lo dicho y CREA que tendrá una recompesa insospechada y además ETERNA, si lo soporta con resignación y si encima piensa, como San Pablo cuando decía: Con mis sufrimientos completo los de la pasión de Cristo, también le ayudara a soportar el dolor.

         Casi siempre, lo que más nos duele,  no es el dolor presente, sino el que se   pueda prolongar eternamente, si han vivido al margen de Dios.

         El que tema tener que pasar por el Purgatorio, tendrá su paliativo al saber que tarde o temprano entrará en la casa del Padre para gozar ETERNAMENTE.

         ¿Cómo  podremos estar día y noche, dormidos o despiertos toda la vida sin jamás un final aunque sea siempre bueno; porque si es malo, más valdría no pensarlo.?

         El hecho de que todo esto sea incomprensible y que apenas pensamos en ello, no podemos eludirlo y menos negarlo sin más.´

         ¿Acaso comprendemos que este artículo mío que estoy publicando ahora  pueda ser leído al mismo tiempo por miles y miles de lectores?

         Cuando usamos los móviles. ¿Por donde nos vienen las voces estemos donde estemos? ¿ Y las imágenes televisivas?

         Gracias a la inteligencia con la que Dios ha dotado a ciertos hombres  y a su trabajo, estamos rodeados de adelantos incomprensibles y que ignoramos hasta dónde podríamos llegar.

         Cuando todos estos adelantos nos hagan la vida más placentera, deberíamos pensar que no son en nada comparables con los que Dios tiene preparado para los que le aman, como decía San Pablo.

No hay comentarios: