viernes, 15 de febrero de 2019

DOS OBLIGADOS A ENTENDERSE


       Como tenemos  Cuerpo y Alma, tendremos que entendernos en las necesidades corporales visibles y palpables, como en las invisibles o espirituales.

      Estamos gratamente condenados a entendernos, siendo hombre y mujer.

     El rico y el pobre están gratamente condenados a entenderse, con la particularidad de que cuanto más ricos haya, habrá menos pobre, porque el que "Monta tanto, tanto monta el capital como el trabajo, va a Misa, pero con el sacrificio por ambas partes, porque sin sacrificio no hay Misa.

     Públicamente  existen dos poderes, el del Espíritu o la Iglesia y el del cuerpo, los Públicos o de Partidos 

      ¿Quién pudiera fundirlos en una campana que a su toque honrado, justo, solidario y sin partidismos, acudiéramos todos hermanados?

       Han creado inútiles enfrentamientos. ¿Dónde está el diálogo y el talante conciliador?

     ¿Por qué se quiere imponer una educación libertaria, sin esfuerzo, sin sacrificio, sin fundamento como sería el Santo Temor de Dios, que es el Principio de la Sabiduría que  cuando se producen los desmanes y violencias que estamos sufriendo, se tienen que apagar con más policías y cárceles?

     ¿Por qué se permiten y fomentan los botellones y al mismo tiempo se legisla prohibiendo la venta de alcohol a los menores?

  ¿Por qué se le permite a una niña abortar sin el consentimiento de los padres y no la pueden operar de cualquier otra enfermedad sin la autorización de los padres?

     Se están dando tantas contradicciones en legislar, que da la sensación de que se legisla a lo loco, porque a lo loco se vive mejor o porque se quiere ir contra la Iglesia.

     La Iglesia no tiene más poder que su palabra y sus miembros docentes, apenas cobran para mal vivir. Si vivieran tan bien como algunos piensan, los Seminarios y Conventos estarían a tope, dado el paro que hay.

   ¿Por qué se le quiere marginar y se le odia tanto, cuando es la que tiene más obras sociales, y todo a cambio de odio y desprecio?

    Sería saludable para todos que se escucharan las palabras, que, más o menos, pronunció José Bono, de que el partido se tendría que renovar incluyendo en su programa algo del cristianismo.

    Recuerdo que cuando iba a la escuela pública y sin crucifijos, mis adversarios políticos me decían que Jesucristo fue el primer socialista.

    Si así lo siguen creyendo ¿Por qué no lo imitan?

    Entonces podría sonar esa campana llamándonos a la unión y a la hermandad y se daría el progreso auténtico.

    No cabe duda de que el Partido que esté más cerca de la Iglesia, aunque, parezca mentira, conseguirá más votos.

    Porque, gracias a Dios, todavía existen muchos CREYENTES anónimos; pero inteligentes, que a la hora de la verdad, como el creer no cuesta dinero, votan en CONCIENCIA.


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