¿Quién de nuestros abuelos se hubiera creído que llegaría el día en el que todos podríamos disfrutar de las siguientes conquista sociales?.
Asistencia gratuita sanitaria, farmacéutica, hospitalaria y atención en los múltiples ambulatorios.
Disfrute de vacaciones durante 30 días al año y no trabajar los sábados.
Cobrar una prestación de paro por el desempleo y tener derecho a una jubilación.
Seguir cobrando sin trabajar por causas de enfermedad o accidente y lo mismo las viudas la prestación de su marido.
Hay otras muchas pequeñas; pero falta por conquistar una muy IMPORTANTE.
Que la mujer que al casarse y quisiera dedicarse plenamente al hogar para poder criar a los hijos con plena dedicación de tiempo y amor sin prisas y poder hacer las tareas domésticas sin agobios, poder seguir percibiendo un SUELDO del estado con sus obligaciones fiscales y derecho a una JUBILACIÓN y, cuando quisiera volver al trabajo y no lo encontrara, tuviera derecho a la prestación por DESEMPLEO.
La que por tener a su cuidado a un familiar con plena dedicación, se le debiera aplicar el mismo TRATAMIENTO.
Esta nueva conquista social resolvería muchos problemas en la educación de los hijos, convivencia matrimonial y evitaría muchos abortos no deseados y rupturas de parejas con los consiguientes gastos estatales y, sobre todo, saldría ganando mucho la familia que es el FUNDAMENTO de toda sociedad equilibrada.
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