viernes, 17 de julio de 2009

OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE

“Ojo por ojo y diente por diente”. Esto es lo que habéis oído, le dijo Jesucristo a sus discípulos; pero yo os digo: “ Si algún malvado te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele la otra”.

En otro pasaje también le dijo Jesucristo: “Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo; pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y ORAD por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los Cielos, que hace salir el sol sobre buenos y malos y llueve sobre justos e injustos, pues si amáis a los que os aman. ¿Qué recompensa tendréis?”

¡Esto no hay quien lo cumpla!. Pensarían entonces los discípulos y lo seguimos pensando hoy, aunque ellos sí que lo cumplieron, puesto que aceptaron alegremente el martirio y murieron, no sólo perdonando, sino ROGANDO por sus verdugos.

Y nosotros ¿Qué…? Puede que alguno perdone, pero que le ame…¿Qué difícil?. No obstante, si piensa que esa persona que nos está criticando, calumniando y perjudicando, es también hija de Dios, no se le puede odiar y menos vengarse, porque es amada por Dios.

“El perdón es la venganza de los hombres buenos”, dijo Unamuno.

La venganza no conduce a nada, el daño hecho, nunca se puede restituir con la venganza; pero si cumplimos el mandato de Jesucristo de ORAR sinceramente y con verdadera fe, conseguiremos que se convierta, agrade a Dios y deje de perjudicarnos. San Agustín dijo que si alguien consigue convertir un alma, salvará la suya propia.

Todo esto, no sólo hay que hacerlo por la recompensa eterna prometida por Jesucristo, sino también, aunque muchos no lo crean, para la paz y felicidad en este mundo. Dice un refrán que conviene tener amigos hasta en el infierno y que una gota de miel consigue más que mil de hiel.

Todos queremos la paz y odiamos las guerras y enemistades; ¡Qué pocos cumplimos el mandato de ORAR por los enemigos!.

La ORACION lo puede TODO.

2 comentarios:

Luis Alberto dijo...

Pienso que el odio es destructivo para el que lo siente. Mientras que el odiado, sin saberse tal, va por el mundo creído de ser el más amado.Por supuesto que la venganza la disfrazamos de justicia.Algunas veces,cuando siento comprensión por quien recibí injurias presiento que no soy yo quien comprende sino que dejo que el Espíritu Santo more en mí.No hay ningún mérito propio.Todo consiste en dar humilde acogida a tan precioso e inefable bien con quien contamos(gratuito,al alcance de la mano y que sólo nos pide FE)

Roque Pérez dijo...

Muy buenas, acertadas y espirituales reflexiones, querido Luis Alberto. Veo que saca el jugo que yo pretendo. Gracias.