lunes, 7 de septiembre de 2009

JESUCRISTO FUE OPTIMISTA

No digo que Jesucristo fue UN optimista porque eso suele decirse de un iluso.

Jesucristo fue optimista en lo que pensó, predicó y ejecutó. Su pensamiento y deseo fue abrirnos las puertas del Cielo a sabiendas que tendría que sufrir mucho.

Fue optimista cuando predicaba una doctrina aun conociendo que mucha de su semilla caería en terreno pedregoso; pero le compensaba la que fructificaría en buen a tierra y daría frutos de vida eterna.

Optimista por excelencia se mostró en la ejecución de su muerte en cruz, porque sabía que cuando estando clavado en la cruz pronunciara:

“Consummatum est” (Mt.27), ya estaba ejecutada la salvación de la humanidad y abiertas las puertas del Cielo para que entrara el que quisiera y supiera lo que tenía que hacer.

Cualquiera de nosotros puede ser optimista aun en medio de los sufrimientos temporales, porque sabe que si acepta la doctrina de Jesucristo que se nos predica en su Iglesia y la vive con profunda fe, al final de esta vida, conseguirá otra eternamente feliz.

Difícilmente puede ser optimista a largo plazo el que no acepta la doctrina de Jesucristo y por lo tanto no espera otra vida mejor que la que está viviendo.

Ya sólo podrá ser optimista a corto plazo y ante cualquier enfermedad, tragedia o mala vida presente, posiblemente le tiente el suicidio, porque si esta vida es un desastre y no espera otra mejor ¿Para qué seguir sufriendo?

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