EL AMOR ES EL BIG-BANG DE LA VIDA

Todo lo grandioso constructivo o destructivo suele surgir por una gran explosión como la del Big-Bang universal que fue constructiva o destructiva como la de una bomba atómica.

El amor surge como un chispazo, un flechazo, un arrebato o un ímpetu explosivo que todo lo invade y como un Big-Bang que se expande vertiginosamente y desconoce sus límites.

Puede llegar hasta unos límites insospechados; pero al chocar con un muro, rebota de tal modo que se convierte en odio. Así de poderoso y misterioso es el amor.

Dicen que los que se vuelven locos, odian más a los que más han amado.

La JUSTICIA, la MISERICORDIA y el AMOR de Dios no se pueden contradecir porque los une su INFINITUD. Podría ser la TRINIDAD misteriosa; pero comprensible.

Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo los unifica su INFINITUD.

Bien claro Jesucristo dijo: “El Padre y yo somos uno” o “El Padre obra continuamente, y yo ni más ni menos” y “Bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

En nosotros el AMOR y el ODIO no pueden estar hermanados porque somos FINITOS. Por amor podemos hacer las mayores locuras constructivas o con el odio las destructivas.

El amor que es INVISIBLE tiene un poder casi infinito. Una persona puede estar en una fase terminal de su vida y sin embargo sentir un amor entrañable por los seres queridos que tiene que dejar.

Se puede estar invadido por un amor a Dios tan fuerte, que hasta se acepta gustoso todos los sufrimientos que le atormentan.

Este fue el AMOR que tuvieron por dar testimonio de Jesucristo los Mártires devorados por fieras en los circos romanos y los siguen sufriendo otros muchos por la misma causa y con toda clases de vejaciones y tormentos y todo lo pudieron soportar con alegría porque ya no vivían ellos, era el DIOS-AMOR el que vivía.