martes, 12 de octubre de 2010

EXISTEN PERSONAS QUE YA SON UN MILAGRO

El que está enfermo, desahuciado por todos los médicos y gracias a que ha pedido su curación a la Virgen o a cualquier santo de su devoción, se cura sin explicación científica, se convierte en un Milagro tan patente que algunos se convierten a la fe y a otros se la aumenta.

Existen otros muchos Milagros que pasan inadvertidos para muchos.

Que haya Curas de Parroquia que diariamente, bautizan, casan, entierran, confiesan, celebran la Santa Misa, predican como si lo hicieran en el desierto, sin saber si ha servido de algo, como lo sabe un médico, un arquitecto o cualquier otro trabajador al comprobar el resultado de su quehacer y que además suelen vivir solos, en condiciones humanamente precarias, que muy pocos valoran y no obstante, siempre se les ve con ánimo, que nunca muestran sus horas bajas, que todos tenemos, que siguen adelante sin decaimientos y con entusiasmo, es algo inexplicable humanamente porque es un Milagro.

Si fuera verdad lo que algunos dicen: “Vives como un cura”, los Seminarios estarían a tope; pero lo que se están quedando sin curas, son las Parroquias.

Que haya Misioneros viviendo en países lejanos en culturas, costumbres, comidas muy diferentes, acorralados por gentes de distintas religiones y ateos que los desprecian, los persiguen y hasta los martirizan, no se rinden y son felices, es algo también milagroso.

Se cuenta que un día un personaje importante quiso visitar una de las muchas instituciones católicas benéficas que se dedican a cuidar enfermos y desahuciados, y entre ellas, una en la que atienden a seres humanos tan deformes y a veces, repugnantes que las monjas jamás permiten que nadie los vea; pero y al serle mostrado, por la insistencia del tan importante visitante, uno de aquellos enfermos, dijo horrorizado: “Yo no lo cuidaría ni por todo el oro del mundo”. La monjita respondió: “Ni yo: pero lo hago por amor a Jesucristo”. ¿No es un milagro?

Los que se encierran de por vida en Monasterios y Conventos con la única misión ilusionada de “Ora et Labora” Rezar y trabajar, para que con sus penitencias, sacrificios voluntarios y sus súplicas a Dios, muchos de sus hermanos se SALVEN. El aguantar este género de vida sintiéndose felices, también es un Milagro.

Que una pareja se decida a “a Procrear” hijos con los riesgos y satisfacciones inherentes y los cuiden, alimenten con cariño y sobre todo los eduquen tan cristianamente que Jesucristo y la Virgen vivan en ese hogar como uno más de la familia, realizando todo eso en medio de unas sociedades que en lugar de ayudarle, se lo ponen más difícil y además se guarden fidelidad mutua hasta que la muerte los separe, este es el Milagro PREFERIDO por Dios y ODIADO por Satanás y sus diablejos y diablejas.

Que muchos católicos viviendo en países ateos, anticlericales que les hacen casi imposible vivir sus creencias, manifestarlas y educar a sus hijos como Dios manda y a pesar de todo esto, son tolerantes, no se revelan y siguen fieles a Dios hasta, a veces, soportar el martirio. ¿No es un Milagro?

Si se producen estos MILAGROS es porque DIOS ESTÁ CON ELLOS, y si es DIOS el que ACTÚA. ¿Qué merito tienen?

NINGUNO y MUCHO.

NINGUNO, porque Dios es el que se arriesga al escogerlos, ya que “Muchos son los llamados y pocos los elegidos” y algunos le fallan.

MUCHO porque al saberse elegidos y conscientes de su misión, la aceptan con todas sus consecuencias, se sienten felices y orgullosos de haber sido elegidos por Dios, porque es lo más IMPORTANTE en la vida.

Todos estos milagros se dan porque Dios que ha creado de la nada cuanto existe y como es AMOR por esencia y el amor es CREATIVO quiere que nosotros imagen suya, también seamos, si no creadores, al menos PROCREADORES, compartiendo los riesgos y los éxitos.

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