miércoles, 16 de febrero de 2011

Con DIOS SE VIVE, con los hombres se MALVIVE

“Dime con quién andas y te diré quién eres”. Este refrán, por desgracia, se le podría aplicar, hoy día, a más personas de las deseadas y no sólo porque anden entre hombres o mujeres del mal vivir, sino porque el que sólo sepa convivir con seres humanos y nada con Dios, se convertirá en un malvivir.

El que viva entre corruptos, mentirosos, manipuladores, acabará siendo igual y si no es bastante astuto para serlo, malvivirá por desearlo y no poderlo conseguir.

El que sólo alterne y discuta con los que le toque convivir por necesidad o voluntariamente y no sea capaz de aislarse para escuchar y tratar con Dios, que al tenerLO a TIRO de PENSAMIENTO se perderá gozar de una vida, más sosegada y desinteresada.

Es verdad que estamos condenados a convivir porque aunque Dios quiso que nos “amÁsemos, también quiere que nos amasÉmos”.

El que quiera que de esa MASA humana, surja algo más que un trozo de pan, tendrá que meter un poco de levadura ESPIRITUAL.

Porque “No sólo de PAN vive el hombre, sino de toda PALABRA que sale de la boca de Dios”.

Todo el que quiera honrada y desinteresadamente cambiar este mundo tan alejado de Dios y casi paganizado, sepa que con críticas, enfrentamientos y violencias, no lo conseguirá.

Con lo único que puede conseguir algo bueno para él y para todos los que rodeen, es hacer de levadura con sus buenas ideas y sobre todo comportamientos, verdaderamente cristianos para que esa masa amorfa y laicista fermente en una vida un poco más espiritual.

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