lunes, 14 de agosto de 2017

EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, MORA EN MÍ Y YO EN ÉL


            ¿Cómo es posible y creíble que  nos podamos comer a todo un Dios?

            Porque Jesucristo. que es Dios. lo dijo tan categóricamente, como veremos y porque: 

         ¿Hubiéramos CREÍDO POSIBLE  el hecho de que por la unión de un espermatozoide y un óvulo podamos procrear una nueva vida tan maravillosa y perfectamente estructurada con posibilidades de llegar a ser como Dios, si no fuera porque eso está al orden de día?

            También está al orden del día el que MILLONES de cristianos, han sido, son y seguirán siendo odiados, perseguidos y martirizados, precisamente por haber dejado escrito con su sangre que "Han MORADO en Cristo y Cristo en ellos"   

           Ahora sepamos cómo y cuándo Jesucristo pronunció tales palabras, que Juan Evangelista, el discípulo amado, dejó escritas con toda su dureza e increíble realidad.

            "Habiendo hallado a Jesús al otro lado del mar, le dijeron: Rabí ¿Cuándo has venido aquí?

            En verdad os digo: Vosotros me buscáis, no porque habéis visto los milagros, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado; procuraos no el alimento perecedero, sino el alimento que  permanece hasta la vida eterna, el que el Hijo del hombre os da.

            ¿Qué haremos para hacer obras de Dios?

            La obra de Dios es que creáis en aquel que EL ha enviado.

            Pues tú ¿qué señales haces para que veamos y creamos?. Nuestros padres comieron el maná en el desierto.

            Moisés no os dio pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que bajó del cielo y da la Vida al mundo.

            Señor, danos siempre ese pan.

            Yo soy el pan de vida; el que viene a mí, ya no tendrá  más hambre, y el que CREE en mí, jamás tendrá sed.

            Murmuraban de EL los judíos porque había dicho: Yo soy el pan que bajó del cielo y decían:

            ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Pues cómo dice ahora: Yo he bajado del cielo?

            No murmuréis entre vosotros. Nadie puede venir a mí si el Padre, que me ha enviado, no lo trae, y yo lo resucitaré en el último día.

            Yo soy el pan vivo bajado del cielo, si alguno come de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo le daré es mi CARNE vida del mundo.

            Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

            ÉL COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE MORA EN  MÍ Y YO EN  ÉL
           
            Muchos de sus discípulos dijeron:

            ¡Duras son estas palabras!  ¿Quién puede oírlas?
  
          ¿Esto os escandaliza? ¿Qué sería si vierais al Hijo del hombre subir allí a donde estaba antes?. El espíritu es el que da vida, la carne no aprovecha para nada.

            Muchos de los discípulos se retiraron y no le seguían y a los doce les dijo: ¿Queréis iros  vosotros también?

            Simón Pedro, dijo: Señor ¿a quién iríamos? TÚ tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que TÚ eres el Santo de Dios.

            ¿No he elegido yo a los doce y uno de vosotros es un diablo?

Hablaba de Judas Iscariote, porque éste, uno de los doce, había de entregarle. 

          Lo más triste es que cuando Comulguemos no PENSEMOS que es el mismo Dios el que está dentro de nosotros, oculto e ignorado, y no podamos DECIR, como San Pablo:

 Vivo YO,  ya no soy yo, es CRISTO quien VIVE  en MÍ" 

   

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