lunes, 30 de noviembre de 2009

UNO QUE QUISO SER COMO DIOS

Nuestros primeros padres al querer ser como Dios, fueron arrojados del Paraíso.

El mayor deseo de muchos santos ha sido el ser como Dios; pero no de un Dios Omnipotente y proclamado por todos, sino el de un hombre que siendo Dios, muere rechazado, escupido, abofeteado e ignominiosamente crucificado.

Uno de esos santos fue San Andrés, cuya fiesta se celebra hoy 30 de Noviembre, onomástico de mi padre que murió cuando yo tenía nueve meses y dijo que yo, el Benjamín de los 12 hijos, sería el más feliz y resultó profeta porque me considero un privilegiado de Dios, por lo mucho que ha hecho y lo sigue haciendo por mi, mi mujer y mis hijas a cambio de casi nada.

Cuando San Andrés le dijo al procónsul romano Egea que si conociera el misterio de la Cruz, seguramente conocería a Jesucristo y lo adoraría, montó en cólera y ordenó fuera crucificado.

San Andrés, lleno de júbilo por morir como su Maestro, aunque en una cruz en forma de aspa, exclamó:

“¡Oh cruz amable, oh cruz ardiente deseada y al fin tan dichosamente hallada! ¡Oh cruz que serviste de lecho a mi Señor y Maestro, recíbeme en tus brazos, y llévame de en medio de los hombres, para que por ti me reciba quien me redimió y su amor me posea eternamente!”

Una tarde que estaba San Andrés junto a San Juan Bautista, al pasar Jesús ante ellos, el Bautista le dijo: “He ahí el cordero de Dios” y San Andrés se fue corriendo detrás de Jesús y se quedó todo el día con EL y loco de alegría se fue a buscar a su hermano Simón, que al presentarlo a Jesús, le cambió el nombre por el de Pedro.

Un día se acercó Jesús a la orilla del lago donde estaba pescando Pedro y Andrés y les dijo: “Venid en pos no de mí y os haré pescadores de hombres”.

Andrés obedeciendo el mandato de predicar el Evangelio, evangelizó territorios pertenecientes a las Rusias del Sur, Grecia, Turquía, Bulgaria, Rumanía, Albania y Yugoslavia.

Pidamos al Santo que, al menos, nos de fuerzas para aceptar con resignación, ya que no con alegría, las cruces que nos vengan.

sábado, 28 de noviembre de 2009

YO FUI MASÓN

Voy a transcribir parte de una carta, publicada en LA RAZÓN, que Monseñor José Egea, desde el Perú dirige al Presidente del Gobierno.

Este es el titulo de un libro publicado en (LibrosLibres) de Maurice Caillet antiguo masón, en el que dice lo siguiente:

"Los masones reivindican desde hace mucho tiempo. Y lo han obtenido en buena medida en Francia, la libertad sexual total entre adultos.

Esta valoración del placer, este hedonismo, ha llevado a la masonería a preparar y a promover en Francia todas las leyes que favorecen el libertinaje sexual, el divorcio, la contraconcepción química y mecánica, el aborto, la unión civil entre personas heterosexuales u homosexuales, la despenalización de las drogas blandas, así como la legalización de la eutanasia activa.

Es todo el concepto de familia lo que está derrumbándose".

Según Gea: "La legislación española desde hace unos años parece que se está calcando de este proyecto masónico".

Gea acusa al presidente de dar razones de corto alcance porque las razones que da para defender la nueva ley del aborto no le parecen propias de un presidente del Gobierno, sino más bien un tanto infantiles y dirigidas a niños.

Yo añadiría: Si defendemos los DERECHOS HUMANOS habría que defender los de todos y mucho más la de los INDEFENSOS que se dejan en manos de unas adolescentes caprichosas. Parece ser que debe prevalecer el CAPRICHO a lo RAZONABLE y JUSTO.

Si este PROGRESO es constructivo y no destructivo, si fomenta el esfuerzo y el sacrificio y no el vicio y la holgazanería, que nos lo demuestren con razonamientos y no con imposiciones por la ley del más fuerte.

Nadie quiere, sigue Gea, que una mujer que aborte vaya a la cárcel. Lo que queremos es que la ayude para que no tenga traumas como los tienen casi todas las que abortan y que les dura mientras viven. Y que el Estado, como ya lo está haciendo la Iglesia en algunas de sus instituciones, acoja a esas mujeres.

"Hay que luchar por la vida señor Presidente", concluye Monseñor Gea.

viernes, 27 de noviembre de 2009

PAZ Y LIBERTAD

¿Qué es y cómo se consigue, lo que tanto desea todo el mundo?

Real Academia de la Lengua Española así las define:

La PAZ es: Un SOSIEGO y buena CORRESPONDENCIA de unas personas con otras, especialmente en las familias, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos.

Para tener una PAZ verdadera, duradera, interna y externa, hay que vivir internamente con SOSIEGO cosa que difícilmente se puede conseguir si no se está en paz con uno mismo porque la mala conciencia nos tiene declarada la guerra con sus evidentes acusaciones.

Sólo se puede adquirir una buena CORRESPONDENCIA con los demás, si se sabe ceder de los propios derechos, criterios y jamás pretender que los demás opinen, tengan los mismos gustos y se comporten como uno desea y no se va por la vida criticándolo todo obsesivamente.

Se debe perdonar, pasar de todo lo que nos rodea y siempre que pueda, aplíquese aquello: “Ande yo caliente y ríase la gente” y tendrá paz cuando piense (pero jamás diga):”para ti la perra gorda”.

PERDONANDO todo lo que es perdonable, que es mucho más de lo que a veces se estima, se vive mejor consigo mismo y con los demás.

“Perdona nuestras OFENSAS (que a veces son muchas) como nosotros perdonamos a los que NOS OFENDEN” (a veces son tonterías).

El que odia o tiene manías obsesivas vivirá en continua guerra interna o externa que sólo producirá desasosiego o enfrentamiento peligroso.

La LIBERTAD es: Estado o CONDICIÓN de quien no es ESCLAVO.

Sin darnos cuenta, siempre estamos esclavos de alguien o de algo.

Somos esclavos de ciertas normas y leyes injustas y punitivas, ante las cuales nos vemos indefensos.

Existen otras muchas esclavitudes a las que, sin darnos cuenta nos esclavizamos, como por ejemplo, el tabaco, el alcohol, la droga, los caprichos, los odios, el estar más pendientes del qué dirán y esclavizados de las propias mentiras.

LA VERDADES de JESUCRISTO nos harán LIBRES Y PACIFICOS.

jueves, 26 de noviembre de 2009

SÓLO HAY UN PASAPORTE VÁLIDO

Todos sabemos que para entrar, permanecer y adquirir la ciudadanía se necesita un pasaporte y muchos otros requisitos.

Estamos viviendo una profunda crisis de humanismo, casi carente de principios, no sólo de educación, urbanidad, respeto y solidaridad, sino sobre todo morales y religiosos.

Vivimos tan encenagados en las cosas de este mundo que apenas nos acordamos que antes o después tendremos que viajar a un mundo desconocido y que aunque nos dejen entrar, no nos darán “los Papeles” para poder permanecer legalmente, si no tenemos el pasaporte requerido y así viviremos eternamente errantes y atormentados.

La FE es el único pasaporte válido que nos puede conceder el acceso a Dios y ser tratado como hijo suyo y por lo tanto con derecho a la carta de ciudadanía celestial. Así de fácil y sencillo.

Cuenta la Sagrada Escritura que Namán, el Sirio estaba leproso, y al enterarse de que en Israel vivía el Profeta Eliseo, que hacía milagros, decidió acudir a él para que le curase; pero cuando el Profetas le dijo: “Ve y lávate siete veces en el Jordán y tu carne sanará y quedarás puro”, le contrarió y le molestó tanto lo que le ordenó Eliseo, que se marchó sin hacerle caso.

Sus criados le dijeron: Si el Profeta te hubiera mandado algo muy difícil. ¿No lo hubieras hecho? ¡Cuánto más, habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!

Namán recapacitó, se lavó en el Jordán como le había ordenado el Profeta, y quedó limpio de su lepra.

Tener fe no cuesta dinero y aunque se dice que la fe es un don de Dios que está deseando dárnosla, es a cambio de que la deseemos y se la pidamos.

El que en este mundo viva sin FE y sin esperar algo mejor, no conseguirá el único pasaporte que le concederá la única y verdadera CIUDADANÍA.

martes, 24 de noviembre de 2009

LO MÁS INCREIBLE

Estamos rodeados de cosas que hace años eran completamente increíbles e irrealizables; pero que ahora las usamos, como lo más natural, por ejemplo, los móviles, la informática y las comunicaciones espaciales, y otras tantas.

Todas las maravillas conocidas y las que nos faltan por conocer, nos están gritando que lo que para nosotros es increíble, lo ha hecho creíble Dios, aunque a veces no lo comprendamos y tengamos dudas, como tampoco comprendemos cómo un avión se mantiene en el aire y dudemos de su seguridad y a pesar de eso nos embarcamos.

Lo más INCREÍBLE es que todo un Dios haya tomado nuestra naturaleza humana.

Que haya enseñado el buen camino para la felicidad y que por amor a nosotros haya querido ser Crucificado para redimirnos.

Que resucitado no se apareciera a los que LE habían condenado, sino sólo a unas mujeres, a unos pobres pescadores y que los tratara con tanto cariño habiendo sido abandonado y negado tres veces por el que recibiría las llaves del Reino de los Cielos.

Y antes de subir “A su Padre y nuestro Padre, a su Dios y nuestro Dios, prometiera quedarse con nosotros hasta la consumación de los siglos.

Promesa que está cumpliendo al quedarse oculto en la Eucaristía, puesto que también dijo que “Su delicia era estar con los hijos de los hombres”.

Todo esto se hace CREÍBLE por la FE que nos han transmitido, no unos famosos, inteligentes y conspicuos historiadores manipuladores, como, a veces, suele suceder, sino por unos humildes y honrados testigos de los acontecimientos, que en muchos episodios, que ellos mismos nos cuentan, no salen muy bien parados y que si se lo hubieran inventado, no lo contarían. Todos ellos dieron sus vidas por certificar todo lo que contaban y dejaban escrito.

También la propia naturaleza nos está demostrando que al correr sangre humana por el cuerpo de Jesucristo Dios y hombre verdadero y derramándola en la Cruz, consiguió que por nuestras venas pudiera correr la GRACIA SANTIFICANTE, que aunque es INVISIBLE, cuando deja de correr porque no vivimos la FE, nos sentimos sumergidos en un mar de angustias, miedos, zozobras, dudas, desesperanzas, que también son INVISIBLES; pero que nos atormentan, internamente.

lunes, 23 de noviembre de 2009

¿SE PUEDE LLEVAR UNA DOBLE VIDA?

Por desgracia, muchas personas llevan doble vida, doble moral y doble rasero para medir el comportamiento de los demás. Esta vida es inmoral y reprobable.

La Vizcondesa de Jorbalán, hoy Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, fundadora de los Adoratrices, Esclava del Santísimo Sacramento y de la Caridad, tuvo en algunos momentos de su vida que vivir una doble vida; pero ejemplar.

Nació en Madrid el día de Año Nuevo de 1.809 de padres cristianos y pertenecientes a la nobleza flamenca.

Recibió una educación tan esmerada, que cuenta ella misma, que su madre les hacía aprender a planchar y guisar a las tres hermanas, por lo que pudiera suceder.

También tenían que pintar, bordar, escribir, tocar diversos instrumentos y hacer un sin número de rezos.

La caridad, que será el eje de su vida, ya la ejerce desde la más temprana edad.

En Guadalajara funda una escuelita para niños pobres siendo la maestra. Les trae regalos, les enseña a rezar, los lleva a hacer la visita al Santísimo, al que también desde niña amaba con toda su alma.

Ella sabe muy bien que Jesús en la Eucaristía está el centro de la vida cristiana y no desperdicia momento para estar con ÉL y llevarle compañía.

Al ser nombrado embajador en Francia, su hermano, el Conde de la Vega y del Pozo, tiene que acompañarle a París y por varias ciudades de España, lo que le obliga a llevar una DOBLE VIDA.

Por la mañana se entrega a actos de caridad y piedad. Asiste a Misa, reza el rosario, hace oración mental, visita hospitales y enfermos.

Por la tarde, muy a pesar suyo, debe asistir al teatro, a reuniones de alta sociedad y para no desentonar tiene que llevar trajes elegantes, collares y pulseras.

En medio de este mundanal ruido, no perdía la presencia de Dios. Dejó escrito:“Salía del teatro y salones sin haber PERDIDO un solo instante la PRESENCIA DIVINA”. Bajo los trajes elegantes, llevaba el cilicio.

Lo que más le ayudó en su propia santificación y en el apostolado que ejerció a lo largo de su vida, fue su gran amor al Santísimo Sacramento.

“Ofrecí a Jesús enviarle cada día muchos pensamientos a todos los Sagrarios del mundo para que tenga amor y mi corazón por compañía”.

Se ocupó mucho en acoger y enderezar a muchachas de mala vida, pues sabía lo que pueden influir las madres en la marcha del mundo.

Visitando en Valencia a los enfermos del cólera, enfermedad que ella contrajo y murió el 24 de Agosto de 1865.

sábado, 21 de noviembre de 2009

¿POR QUÉ SE PIERDE LA FE?

En este mundo se pueden perder muchas cosas, desde un euro hasta la propia vida; pero todas, unas más y otras menos, suelen encontrarse y si no se encuentran, tampoco pasa nada.

El que no tenga fe, si pierde la vida, lo ha perdido todo; pero el que la tenga, sabe que pierde, posiblemente una “perra vida”, que para muchos es la vida que llevan; pero al contrario recupera lo más importante: una VIDA ETERNA y FELIZ.

Si es importante tener FE, es mucho más no perderla porque es semejante al que teniendo una gran fortuna, la pierde por no haberla invertido bien o la ha dilapidado.

No sé dónde he leído que el célebre naturalista inglés Charles Robert DARWIN, dejo de creer en Dios y se hizo agnóstico porque se le murió una hija. Su mujer, resignada y aceptando la voluntad de Dios, siguió creyendo y le dolía que un día no podrían encontrarse los dos en el Cielo.

Uno puede sentirse dolido y hasta humildemente quejarse a Dios; pero de ahí a llegar a la conclusión de que Dios no existe o que no nos ama, es soberbia porque sería como pedirle cuentas a Dios olvidándose que cuando Dios permite tales tragedias, siempre es para nuestro bien actual y sobre todo futuro. Los caminos de Dios no pueden ser iguales a los nuestros.

Muchos creyentes jóvenes y adultos, cuando se meten en el torbellino del sexo, de los enamoramientos, de las infidelidades, del dinero y de los placeres, de la mentira y de otros muchos pecados, no es que dejan de creer en Dios, es que no les interesa que exista para no tener que rendir cuentas; pero se están engañando así mismos.

También los hay que han tenido una fe tan poco arraigada y superficial, que “comen y beben” olvidando, precisamente que tienen que morir. Viven a lo loco, porque a lo loco se vive mejor. No queriendo saber sus consecuencias, son unos suicidas en potencia.

Los que sin haber perdido la fe y por lo tanto teniendo ese tesoro en sus manos no le saben sacar rendimiento. Son dignos de compasión.

No es lo mismo TENER fe que VIVIR de la fe. Se puede TENER un magnífico coche; pero si no se usa.

La escritura NO dice que el “Justo TIENE fe, sino VIVE de la fe”

Si todo cuanto nos acontece y actuamos siempre según los criterios que nos dicta la verdadera FE que tenemos, nuestra vida será más equilibrada, menos estresante, más resignada, más esperanzada y por lo tanto más feliz en este mundo y sobre todo sabiendo lo que nos espera.

viernes, 20 de noviembre de 2009

¿QUÉ ES LA VERDAD?

Cuando Jesucristo le respondió a Pilatos que efectivamente Él era el rey de los judíos y que había venido para dar testimonio de la verdad, Pilatos preguntó ¿Qué es la VERDAD?

Al no esperar Pilato la respuesta, nos quedamos sin saberla de boca de Jesús en ese momento; pero ya antes había dicho que Él era el Camino la VERDAD y la vida.

Él era la VERDAD personificada porque como Dios y hombre verdadero, ni puede engañarse ni engañarnos.

Pilatos no esperó la respuesta porque sabía que la verdad es igual a justicia y él estaba cometiendo la injusticia más grande de todos los tiempos.

Todo el que miente, engaña, calumnia o difama, está cometiendo una injusticia de la que Dios le pedirá cuentas y, a veces, en este mundo le puede llegar el veredicto de culpable.

El que con la mentira y engaño, perjudica y, por lo tanto comete una injusticia, cuando se descubra la verdad, que se descubrirá, porque “Nada hay oculto que no llegue a saberse”, sepa aunque no se le pida responsabilidades, quedará, al menos como un pobre desprestigiado de quien nadie se podrá fiar. Un hombre veraz es un hombre honrado y apreciado por todos.

Si aceptamos todo cuanto Jesucristo nos ha enseñado y la ponemos en práctica, viviremos en la verdad y la “Verdad nos hará libres” sentenció el mismo Jesucristo.

Jesús también dijo que el Príncipe de este mundo (satanás) es el padre de la mentira, por lo tanto deberíamos andar con ojo avizor para no ser engañados por el diablo, ni tampoco engañar.

jueves, 19 de noviembre de 2009

EN LAS MANOS DE DIOS

Ponerse en las manos de Dios, es lo mismo que aceptar con pleno consentimiento aquello “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo”, o sea darle a Dios un cheque en blanco para que haga de nuestra vida lo que El quiera. Puede que alguien piense que es mucho dar sin nada seguro a cambio.

¿Cuántas veces nos ponemos en manos de médicos, abogados, banqueros, educadores y políticos etc.? que muchas veces, como seres imperfectos se equivocan o al tener intereses propios, nos engañan.

Dios es INFINITO ni se equivoca, ni nos engaña. Siempre quiere lo mejor para todo aquel que se pone en sus manos y jamás por interés propio.

Es muy importante que al hacerLE entrega de ese cheque en blanco, se haga sintiendo absoluta seguridad de que siempre será para nuestro bien, desechando por completo cualquier duda.

Puede que algunas veces nos lleve por caminos tortuosos e inexplicables y con cargas que nos parecen insoportables; pero no tengamos dudas de que nos dará las fuerzas para soportarlas porque sin duda serán, como si alguien muy poderoso nos ofreciera cargar con un maletín pesado; por un trayecto y por poco tiempo y lleno de oro.

Alguien desearía y pediría: “Déjamelo en casa”. Todavía estamos en el destierro, estamos peregrinando, y tenemos que colaborar y adquirir méritos.

Cuando rezamos “No nos dejes CAER en la tentación” Deberíamos pedir “LÍBRANOS de la tentación.”

Si Dios nos librara de antemano de todos los sufrimientos y adversidades, dejarían de producirse los milagros, desaparecería la Divina Providencia y por lo tanto la actuación de Dios sobre nosotros.

“Venid a mí todos los que andáis cargados con trabajos y cargas, y Jesucristo no dijo las SUPRIMIRÉ, sino y yo os ALIVIARÉ.”

Luego tendremos trabajos y cargas; pero nadie como Dios nos puede ayudar.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

UN PECADO QUE DEJA CICATRIZ

Hoy día al que habla de pecado, se le tacha de retrógrado, anticuado y exigente.

Sólo queremos que nos hablen de progreso y, precisamente, los Diez Mandamientos son los únicos cimientos sobre los cuales se podrán construir los caminos y límites por donde debe avanzar el progreso.

Borremos de un plumazo los Mandamientos de Dios y este mundo sería un caos. Es como si a los ríos se les quitaran sus cauces, lo anegarían todo antes de llegar al mar y posiblemente hasta los mares podrían desaparecer.

El mayor pecado, porque deja cicatriz es el de INGRANTITUD al NO creer en el AMOR que DIOS nos tiene.

Un padre solícito puede perdonar fácilmente el que un hijo le desobedezca, le haga alguna que otra trastada y sea un tanto rebelde; pero que ande CREYENDO y pregonando que su padre NO LE QUIERE, aunque el padre le perdonara, un padre lo perdona todo, le habría clavado un puñal en lo más íntimo de su ser:

La INGRATITUD se puede perdonar; pero la herida quedaría abierta para siempre.

Leamos la Cuarta Gran Revelación que le hizo Jesucristo a Santa Margarita Mª de Alacoque:

“He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarle su amor, y que no recibe en reconocimiento de la mayor parte sino INGRATITUD, ya por sus irreverencias y sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este SACRAMENTO DE AMOR.”

martes, 17 de noviembre de 2009

DESEO MORIR PARA ESTAR CON CRISTO

Esto es lo que deseaba San Pablo que nunca tuvo el privilegio de ver y estar con Jesucristo como los demás Apóstoles; pero que cuando, camino de Damasco con sólo ir la voz de Jesucristo que le preguntaba el por qué LE perseguía, se enamoró de tal manera de Jesús, que ansiaba la muerte porque sabía que solamente así podría estar con Dios.

Pero hasta que le llegara el tan deseado momento de morir para estar con Cristo, quiso de tal modo estar con su Señor que decía: “Vivo yo; pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí.” Cuando sufría, era Cristo, quien sufría y lo mismo cuando gozaba.

El que sea capaz de pensar y sentir así, se ahorrará muchas congojas y será feliz.

No nos puede extrañar que Santa Teresa también dijera “Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero, que muero porque no muero”, ya que ella tenía muy en cuenta en cada momento, lo que ella pensaba de que la vida en este mundo es como “Una mala noche en una mala posada.”

En este mes de Noviembre, mes de los Santos y Difuntos no vendría mal recordar estos escritos de San Pablo y Santa Teresa, para perderle un poco el miedo a la muerte y avivar la FE en que por la misericordia de Dios nos espera una VIDA FUTURA, en donde se acabarán todos los miedos, congojas, sufrimientos y, además no olvidar que si Dios permite, de vez en cuando, algún que otro sufrimiento mientras peregrinamos, es porque esta vida está compuesta de claros-oscuros, gozo-sufrimiento, hambre-hartura etc.

Cuando recobramos la salud perdida es cuando realmente la apreciamos. Para disfrutar de buena comida, hay que sentir hambre.

Lo más triste es que para que nos acordemos de Dios, tengamos que sufrir algún percance o contratiempo y no tengamos otro remedio.

Seríamos mucho más felices y nos sentiríamos seguros si al avivar nuestra fe, pensáramos, en esos momentos, que Jesús camina a nuestro lado como lo hizo con los tristes y angustiados discípulos de Emaús.

lunes, 16 de noviembre de 2009

HAY QUE MORIR PARA VIVIR

El que haya tenido la curiosidad de observar cómo de un piñón enterrado en la tierra, y al pudrirse, ver salir como si fuera de su tumba, un diminuto retoño que con los años, se podrá convertir en un corpulento pino, no tendrá más remedio que pensar: ¿Por qué tiene que morir un piñón para que luego crezca un pino?

Esta pregunta nos la tendríamos que hacer ante el nacimiento de una nueva vida, sea vegetal, animal y sobre todo humana.

¡Que de un óvulo y un espermatozoide nazca un nuevo ser tan complicadamente bien formado!

Estamos rodeados de misterios que nos avisan y nos dicen que si en este mundo no nos pudrimos en la tierra, que sería morir al pecado, no podremos germinar y seguiremos sepultados en esta tierra inmunda.

“En verdad os digo que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, quedará solo; pero si muere, llevará mucho fruto.”, Dijo Jesucristo.

¿Qué mejor fruto podemos conseguir para nosotros mismos, que alcanzar la vida eterna, si antes hemos muerto al pecado?

Un día Jesucristo les dijo a sus Apóstoles:

“Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a ese monte: Vete allá, y se iría, y nada os sería imposible.”

Si tuviéramos fe…¿Cuántos frutos podríamos recoger para nosotros y para los demás ¡¿Quién tuviera esa fe?!

A Jesucristo le gustaba usar la semilla como ejemplo para su predicación, como cuando comparó, nada menos, el “Reino de los Cielos a un grano de mostaza, que con ser la más pequeña de todas las semillas, cuando ha crecido es la más grande y llega a hacerse un árbol.”

Todo esto nos demuestra que aunque nuestra vida nos parezca poca cosa y que con el tiempo se va pudriendo con los achaques y enfermedades, cuando la perdamos, SURGIRÁ algo grandioso y ETERNO.

sábado, 14 de noviembre de 2009

TERESA, JUAN E ISABEL

Ávila, Fontiveros, Madrigal de las Altas Torres: Castellana trilogía de Teresa, Juan e Isabel. Geográfica y personal pirámide que ahondaron y ensancharon España, porque pusieron a Dios en la cúspide.

Haría falta que Teresa recorriera de nuevo España enseñando y viviendo: “Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero, que muero porque no muero.” Así aprenderíamos a no vivir por vivir, o a morir por morir, y nos recitara aquellas coplillas suyas:

Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene, nada le falta
Sólo Dios basta.

Que Juan nos sacara de la noche oscura del cuerpo, para meternos en la noche clara del alma.

Que su “llama de amor vivo” nos iluminara nuevas esperanzas, matara tantos egoísmos y nos centrara en el hondón del alma, quemara las alas de este mundo que tan angustiado y confuso anda, porque apenas quedan hombres, todos somos máquinas.

No sabemos lo que es el amor, la represión y la templanza. Nos avergonzamos de Cristo crucificado y de los sentimientos nobles del alma. La tierra en que vivimos, la tenemos minada de odios y vilezas y, aun así, no levantamos la mirada para que cuando salte hecha añicos, sólo se quiebren las máquinas y no los hombres, que para eso tienen alma.

La tierra no es nuestro sepulcro, es el primero y último peldaño para subir al eterno mundo. Y nos recordara aquello de:

“Olvido de la criado,
memoria del Creador,
atención a lo interior,
y estarse amando al AMADO.”

Que Isabel se asomara desde su atalaya y estrechara en sus brazos todas las Españas, derribara injusto privilegios, socavase criminales revanchas y nos lanzara a la conquista de nuevos mundos, auque ya no los haya. Hemos nacido para ser conquistadores y no para ser dominados por utópicas ideologías, por hombres sin conciencia y miras muy bajas.

Dios casi no tiene amigos en España, muy pocos quieren ser santos o héroes, eso es de épocas pasadas, de hombres de grandes renuncias y que no estafaron a España.

Si las tierras son malditas o santas por los hombres que en ellas vivieron. Si en Palestina está Tierra Santa, de Ávila puede decirse que es la Jerusalén de España.

jueves, 12 de noviembre de 2009

EL 3

El número tres tiene magia y es un número misterioso y posiblemente sea por aquello de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios es UNO en Esencia y TRINO en persona.

La humanidad entera se sustenta en TRES pilares que los cristianos llamamos Virtudes Teologales: FE, ESPERANZA y CARIDAD.

Suprimamos en el mundo la FE, no sólo en Dios, sino en cualquier cosa por pequeña y alcanzable que sea y este mundo dejaría de existir, porque si no tenemos fe en algo material o espiritual, sin fe en el presente ni en el futuro la vida, al no tener sentido ni horizonte, el suicidio individual sería una salida posible.

La FE en la primera edad es ingenua y maravillosa.
En la segunda edad debería ser racional superando las dudas.
En la tercera edad, por encima de todo raciocinio: “Fe del carbonero.”

Suprimamos en el mundo la ESPERANZA y nos moriríamos de aburrimiento al no esperar nada, o de suicidarse al tenerlo todo, como les suele suceder a algún que otro millonario o famoso.

En la primera edad, se espera todo.
En la segunda ya se esperan cosas concretas.
En la tercera, si ya se ha conseguido todo, se debería esperar alcanzar la vida eterna.

Suprimamos en el mundo la CARIDAD o sea el amor y entonces si que “apaga y vámonos” porque sin fe y sin esperanza se puede mal vivir; pero sin amor a algo, empezando por el amor a la propia vida, entonces sí que se daría el SUICIDIO COLECTIVO.

El amor en la primera edad es puro y platónico.
En la segunda, el flechazo debería pasar también por la cabeza.
En la tercera, habiendo gozado de otros amores, prepararse para gozar del AMOR DE LOS AMORES.

lunes, 9 de noviembre de 2009

¿QUÉ SON LAS MORTIFICACIONES?

Aunque muchos van a pasar de leer este artículo porque ya saben lo que son, no obstante, la Real Academia de la Lengua Española, así las define:

“Domar las pasiones castigando el cuerpo y refrenando la voluntad.”

Menuda definición para los tiempos que corren en los que sólo se enseña, y se fomenta todo lo contrario. “Comamos y bebamos que mañana moriremos”, sin advertirnos que si sólo comemos y bebemos, nos haremos esclavos del cuerpo pagando un precio muy alto, como serían una cantidad enorme de enfermedades y moriríamos no mañana, sino ya.

Muchos no creen que domar las pasiones y refrenar la voluntad, produce felicidad.

¿Existe algo más placentero que comer con hambre?. El sentir hambre es porque antes se ha refrenando la voluntad no comiendo en todo momento.

Si no se domina y refrenda la voluntad libidinosa y se practica un sexo, dentro de un comportamiento ético, moral y religioso, traerá consigo hasta tragedias, véanse embarazos no deseados y abortos “ad líbitum.”

Es trágico lo que está sucediendo en la actualidad, donde tanto se denigra el machismo y se defiende a la mujer, cuando se está cayendo en el machismo más feroz.

Ahora para evitar que la mujer que abortaba, fuera a la cárcel, como antes, se le permite que aborte cuando quiera y como quiera. Ni lo de antes ni lo de ahora.

Debería haber un término medio por ejemplo alguna sanción, como cuando se infringe el código de la circulación; pero para el VARÓN y la HEMBRA.

Siempre el hombre se ha ido y se va de rositas. ¿Dónde está la igualdad tan predicada?

¿No será que como las leyes las promulgan los políticos y lo que quieren es comprar el voto de la mujer y de los hombres a cambio de que no se tengan que molestar en domar sus pasiones y refrenar sus voluntades?

Las mortificaciones son tan necesarias, aun para el goce del cuerpo, que se defiende cuando se le somete a excesos, como indigestiones, borracheras y otros excesos por el estilo.

El que más beneficiado sale al domar las pasiones y refrenar la voluntad es el espíritu, que es lo que han practicado siempre los Santos y los que ha querido caminar por el buen camino y así han sido felices.

sábado, 7 de noviembre de 2009

EL MUNDO ESTÁ MUY MAL HECHO

Esto es lo que muchos piensan cuando ven tantas calamidades, guerras, injusticias, catástrofes naturales, demasiados pobres, para los pocos ricos que acaparan la mayor parte de las riquezas y los hospitales llenos de enfermos.

El que así ve y opina es como el que va caminando por un estercolero y no sabe o no quiere levantar los ojos de tanta basura y contemplar las praderas esplendorosas y perfumadas que le rodean, los cielos que le cubren y, él mismo, si analiza su propio organismo, comprobará cómo funciona, casi siempre a la perfección, sin apenas darse cuenta.

Aunque todos estos males nos vienen por no haber heredado el Paraíso, que a muchos les parecerá una injusticia Divina, porque ¿Qué culpa tenemos nosotros después de tantos siglos?

Si en este mundo se respetan tanto las herencias de generación en generación. ¿Va a ser menos Dios?

Es verdad y triste que Dios nos tiene exiliados en los arrabales de ese Paraíso; pero nos sigue dando la oportunidad de entrar en él si somos capaces de darnos cuenta que Dios ha sabido sacar de un mal, un bien, porque si todo cuanto acontece en el mundo fuera bueno, bonito y barato. ¡¿Qué aburrimiento?!

Para que se pueda apreciar lo Bueno, Bonito y Barato, tiene que existir lo Malo, lo Feo y lo Caro.

¿Quiénes somos nosotros para enjuiciar las obras del Creador, siendo criaturas suyas? Sería como si la vasija se quejara del alfarero porque la había convertido en un vaso insignificante,(que por otra parte, en su momento cumpliría una misión), y no en una ánfora muy valiosa.

Lo único que nos importa es trabajar por perfeccionarnos a nosotros mismos y no aumentar los males de este mundo con nuestros egoísmos, injusticias, odios y venganzas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

EL CIELO EN LA TIERRA

Voy a transcribir un artículo de J.Mª Alimbau publicado en LA RAZÓN.

Fue un alto cargo del Imperio Romano. Un hombre de leyes, justo y honrado, Su nombre: Doroteo.

Ejerció la primera magistratura en el Palacio del emperador romano Diocleciano, quien organizó la 10ª persecución (302-311), la más violenta de las nueve anteriores y en la que Doroteo, fiel al Evangelio de Jesús, sufrió martirio en Nicomedia, antigua capital de Bitinia, Asia Menor, el año 304.

Este ilustre santo escribió:

Los cristianos antiguos aceptaban con fe todas las cosas – ya fueran buenas o malas – como venidas de la mano de Dios.

Quienes sabían aceptar la realidad, por dura, amarga e injusta que fuese, conservaban en su interior una gran paz.

Además de disfrutar de gran quietud interior, aunque sufrieran todo tipo de adversidades, vivían en su mente, en su corazón, en su espíritu, ya aquí, en la tierra, una vida de Cielo.

Es más preciosa la paz interior, una paz que nos ofrece Jesucristo, que todo lo que nos puedan ofrecer los grandes del mundo.

Nos conviene mirar al Cielo prometido. Así experimentaremos una mayor paz interior, más alegría y mucho más ánimo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

LOS DIOSES DE LA TIERRA

Aunque todos sabemos que sólo hay un Dios y tres personas. UNO en esencia y TRINO en persona y que están en los Cielos, aquí en la tierra existen otros dioses.

El poder, la inteligencia, la soberbia y la ignorancia muy atrevida, hace que algunos humanos lleguen a creerse dioses, o al menos así se comportan; pero sólo en lo PODEROSO y destructivo. Estos son falsos dioses.

Los auténticos dioses en la tierra son los padres de familia, porque, al menos, actúan con sus propios hijos, como lo hace Dios con todos nosotros, buenos y malos.

Unos padres buenos engendran hijos, que aunque no hayan sido deseados, cuando nacen, los aman siempre con locura.

Trabajan lo indecible para que no les falte de nada.

Se sacrifican sin protagonismos ni quejas.

Les aconsejan con enorme cariño, y aunque a veces los tengan que castigar, jamás lo hacen por venganza, siempre es por su bien.

Nunca los odian ni dejan de quererlos por muy mal que se porten.

Siempre los perdonan y siguen con los brazos abiertos esperando que vuelva el hijo rebelde.

Ese AMOR entrañable, profundo, sin protagonismo que sienten por sus hijos y, a veces, a cambio de ingratitudes filiales, sólo es comparable con el AMOR que Dios nos tiene a TODOS nosotros.

Sin embargo los malos hijos jamás reconocen y agradecen a los padres todo cuanto han hecho por ellos.

No se preocupan de los padres ni los quieren ni la mitad de lo que ellos han sido queridos y protegidos.

Se avergüenzan de sus padres y hasta les echan en cara de que los hayan traído a este mundo.

No siguen sus sabios consejos, no les obedecen y nunca aprecian el buen ejemplo que les dan con sus vidas ordenadas, sacrificadas y productivas. Quieren vivir a lo loco, que se vive mejor; pero que a los padres les crean sufrimientos y tragedias.

Sólo saben pedir y exigir; pero muy poco dar.

Están deseando quitárselos de en medio.

Todo ESTO y mucho más es lo que HACEMOS nosotros con DIOS.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

JESUCRISTO ESTÁ MÁS CON NOSOTROS QUE CON EL PADRE

Cuando San José reflexionaba sobre qué hacer al saber el embarazo de María, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien pondréis por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados.

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había anunciado por el profeta que dice:

He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo,
Y se le pondrá por nombre EMMANUEL que quiere decir:
DIOS CON NOSOTROS.

Está claro que antes de que naciera Jesús, su misión sería ESTAR CON NOSOTROS.

Por las venas de Jesucristo corrió sangre nuestra y la derramó para que por las nuestras pudiera correr la gracia santificante.

Al vivir entre nosotros durante su vida pública no hizo otra cosa que enseñarnos con su predicación y sus obras, que ÉL era único CAMINO para ser relativamente felices en este mundo y que gracias a su Pasión y Muerte, abriría las puertas del Cielo.

Cuando ya resucitado y antes de partir para “Su Dios y nuestro Dios, su Padre y nuestro padre”, le dijo a sus apóstoles:

YO ESTARÉ CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS HASTA AL CONSUMACION DE LOS SIGLOS.

Para cumplir tal promesa, mucho antes de morir dijo:

EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, MORA EN MÍ Y YO EN ÉL.

El que hizo tales promesas, o era un fatuo, un loco, o verdaderamente era DIOS.

Quiero recordar haber leído en algún pasaje evangélico que Jesús dijo que: “SU DELICIA ERA ESTAR CON LOS HIJOS DE LOS HOMBRES.”

¿Tenemos siempre abiertas las puertas de nuestro corazón, o sólo se las abrimos cuando LE tenemos que pedir algo?

Por eso sigue estando presente en la EUCARISTÍA, oculto en miles de Sagrarios y siendo recibido sacramentalmente por millones de creyentes.

También se ha manifestando a muchos santos y lo sigue haciendo como podremos comprobar si leemos lo que dejó escrito García Morente, filósofo, agnóstico, convertido a la fe (creo que gracias a las oraciones de su hija) y luego se ordenó de sacerdote.

“Volví la cara hacia el interior de la habitación y me quede petrificado. Allí estaba EL. Yo no lo veía, yo no lo oía, yo no lo tocaba; pero EL estaba allí.

En la habitación no había mas luz que la de una lámpara eléctrica de esas diminutas, de una o dos bujías, en un rincón.

Yo no veía nada, no oía nada, no tocaba nada. No tenía la menor sensación; pero EL estaba allí. Yo permanecía agarrotado por la emoción y LE percibía, percibía SU presencia con la misma claridad con que percibo el papel blanco en que estoy escribiendo con absoluta e indubitable evidencia.”

martes, 3 de noviembre de 2009

¿QUIÉNES son la IMAGEN Y SEMEJANZA de DIOS?

Como estamos celebrando el mes de los Santos, que son los que mejor han plasmado con sus vidas la IMAGEN Y SEMEJANZA de Dios, voy a transcribir aquí lo que la célebre periodista y escritora Pilar Urbano escribe sobre San Josemaría Escrivá de Balaguer en su libro: “El hombre de Villa Tevere”

“Un SANTO es un avaricioso que va llenándose de Dios a fuerza de vaciarse de sí.
Es un pobre que hace su fortuna desvalijando las arcas de Dios.
Es un débil que se amuralla en Dios y en ÉL construye su fortaleza.
Es un imbécil del mundo – Stulta mundi- que se ilustra y se doctora con la sabiduría de Dios.
Es un rebelde que así mismo se amarra con las cadenas de la libertad de Dios.
Es un miserable que se lava su inmundicia en la misericordia de Dios.
Es un paria de la tierra que planta en Dios su casa, su ciudad y su patria.
Es un cobarde que se hace gallardo y valiente, escudado en el poder de Dios.
Es un pusilánime que se dilata y se crece con la magnificencia de Dios
Es un ambicioso de tal envergadura que sólo se satisface poseyendo cada vez más ración de Dios.
Es un hombre que todo lo toma de Dios, un ladrón que le roba a Dios hasta el AMOR con que poder amarle.

Y Dios se deja saquear por sus santos. Ése es el gozo de Dios. Ése el secreto negocio de los santos.

Así pues, ¿Qué es más importante? ¿Qué es más valioso?, ¿Lo que el hombre hace por Dios, o lo que Dios hace por el hombre?.

En definitiva, el quid de la santidad es una cuestión de confianza: lo que el hombre esté dispuesto a dejar que Dios haga en él. No es tanto el “Yo hago” “como el hágase en mí.”

Luego la santidad consiste en dejarse llevar por Dios y, al tenerLO tan presente, LE obedece ciegamente y jamás se suelta de SU mano.”

lunes, 2 de noviembre de 2009

¿POR QUÉ NO SE APARECEN LOS DIFUNTOS?

"Cuenta Willian Dudley que en el fondo de un estanque vivían unas larvas. No comprendían qué pasaba después de subir por los tallos de lirios hasta la superficie del agua.

Intrigadas las larvas, se prometieron mutuamente que la siguiente a quien ordenaran que subiera a la superficie, volvería y les contaría lo sucedido, si había otra vida…

De pronto una de las larvas sintió el impulso urgente de buscar la superficie. Se subió a un lirio y experimentó una transformación dolora y a la vez gloriosa, que hizo de ella una libélula con dos pares de alas perfectas para el vuelo.

En vano trató de cumplir su promesa. Volaba una y otras vez por el estanque. Veía a sus amigas, las larvas en el fondo, sin poderlas contar su vida espléndida y maravillosa que ahora poseía.

Entonces la grácil y bella libélula con su acrobático vuelo comprendió que, aunque la vieran, jamás la podrían reconocer. Estaban en dos mundos completamente distintos".

Conclusión: De igual manera si no podemos ver nuestros seres queridos fallecidos, ni comunicarnos con ellos después de la muerte, no nos demuestra que hayan dejado de existir.

Salvaneschi, literato católico escribe: "Los muertos no están muertos. No lloremos a los que nos han dejado solos aquí abajo. Ellos nos siguen invisibles… pero presentes. Ellos nos acompañan hasta la última tarde."

Recordemos lo que le dijo Abrahán al rico Epulón, según nos cuenta el Evangelio, cuando le pidió que enviara al pobre Lázaro a la casa de su padre para que sus hermanos supieran de sus tormentos y así evitarle terminar como él.

“Tienen a Moisés y a los Profetas” No padre Abrahán; pero si un muerto se lo dijera, harían penitencia.

Si a Moisés y a los profetas no escuchan, tampoco creerían a un resucitado, respondió Abrahán.