martes, 24 de noviembre de 2009

LO MÁS INCREIBLE

Estamos rodeados de cosas que hace años eran completamente increíbles e irrealizables; pero que ahora las usamos, como lo más natural, por ejemplo, los móviles, la informática y las comunicaciones espaciales, y otras tantas.

Todas las maravillas conocidas y las que nos faltan por conocer, nos están gritando que lo que para nosotros es increíble, lo ha hecho creíble Dios, aunque a veces no lo comprendamos y tengamos dudas, como tampoco comprendemos cómo un avión se mantiene en el aire y dudemos de su seguridad y a pesar de eso nos embarcamos.

Lo más INCREÍBLE es que todo un Dios haya tomado nuestra naturaleza humana.

Que haya enseñado el buen camino para la felicidad y que por amor a nosotros haya querido ser Crucificado para redimirnos.

Que resucitado no se apareciera a los que LE habían condenado, sino sólo a unas mujeres, a unos pobres pescadores y que los tratara con tanto cariño habiendo sido abandonado y negado tres veces por el que recibiría las llaves del Reino de los Cielos.

Y antes de subir “A su Padre y nuestro Padre, a su Dios y nuestro Dios, prometiera quedarse con nosotros hasta la consumación de los siglos.

Promesa que está cumpliendo al quedarse oculto en la Eucaristía, puesto que también dijo que “Su delicia era estar con los hijos de los hombres”.

Todo esto se hace CREÍBLE por la FE que nos han transmitido, no unos famosos, inteligentes y conspicuos historiadores manipuladores, como, a veces, suele suceder, sino por unos humildes y honrados testigos de los acontecimientos, que en muchos episodios, que ellos mismos nos cuentan, no salen muy bien parados y que si se lo hubieran inventado, no lo contarían. Todos ellos dieron sus vidas por certificar todo lo que contaban y dejaban escrito.

También la propia naturaleza nos está demostrando que al correr sangre humana por el cuerpo de Jesucristo Dios y hombre verdadero y derramándola en la Cruz, consiguió que por nuestras venas pudiera correr la GRACIA SANTIFICANTE, que aunque es INVISIBLE, cuando deja de correr porque no vivimos la FE, nos sentimos sumergidos en un mar de angustias, miedos, zozobras, dudas, desesperanzas, que también son INVISIBLES; pero que nos atormentan, internamente.

No hay comentarios: