miércoles, 21 de enero de 2015

¿QUÉ ESCONDE EL TESORO DEL EVANGELIO?

       “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra, lo oculta y, lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo”(Mt.13).

         El que haya conseguido CREER  contra viento y marea, que Jesucristo es DIOS y VIVE, habiendo ignorado a los ateos, agnóstico y anticlericales, estará en posesión del campo y su tesoro.

         Pero hasta que no lo abra  y negocie con su contenido, no le servirá de nada.

         Al abrirlo, no encontrará joyas, dinero, o documentos de mucho valor crematístico, sino de un valor que está muy por en cima de todos los demás valores.

         En la primera página del Libro Sagrado, que es lo único que hay, está escrito con letras muy grandes, lo siguiente:

                   AMBULA CORAM ME ET ESTO PERFESTUS
(Camina en mi presencia y serás perfecto)

                   Siendo Abraham de noventa y  nueve años, se le apareció Yavé y le dijo: “Yo soy el El-Saddai. “Anda en mi presencia y sé perfecto” (Gen.17)

         Todo el mundo sabe que cuanto más tiempo CONVIVA un alumno con su maestro, aprenderá más y mejor.

Si Dios está  en todas partes, ya que en ´”Él SOMOS, VIVIMOS y nos MOVEMOS”, y caminamos siempre bajo su mirada, viviendo esta maravillosa realidad, no nos equivocaremos del recto camino.

Al seguir hojeando los Evangelios nos encontraremos que Jesucristo dijo:

Yo, como hombre y como DIOS,  Soy el CAMINO, la VERDAD y la VIDA, porque el que me sigue no andará en tinieblas y yo lo resucitaré en el último día.

         Sin MÍ no PODÉIS hacer NADA.

         Venid a mí todos los que estáis fatigados con trabajos y cargas y yo ALIVIARÉ.(pero no dijo yo os QUITARÉ)

 Tomad sobre vosotros  mi YUGO y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, pues mi yugo es blando y mi carga ligera.
(Tendremos que reconocer que todos ricos o pobres, tendremos que soportar algún yugo, mas o menos esclavizante, pero ninguno tan liberador como el de Jesucristo y el sea manso y humilde de corazón, jamás tendrá enemigos)

El que me reciba en la EUCARISTÍA, mora en MÍ y YO en él)

 (¿Qué mayor unión podremos tener con Dios en la tierra?)

. Viviendo de estas joyas  habrá empezado a gozar ya aquí, algo del Reino de .los Cielos, aun  en medio de las dificultades inevitables de la vida.

          

No hay comentarios: