¿SE CUMPLE SIEMPRE EL "NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA?

         Me atrevería a decir que casi siempre se cumple porque es Dios quien marca los tiempos y los modos en la historia, y en la vida de cada uno de nosotros, si miramos hacia atrás..

         Voy a transcribir el comienzo del siguiente artículo de José María Carrascal publicado en el ABC del Domingo 7 de Agosto.

         “¿Se imaginan ustedes que cuando el Comité Olímpico Internacional deliberaba cuál de las dos finalistas. Río de Janeiro o Madrid, debía albergar los Juegos Olímpicos de 2016, hubiera sido Madrid?

         ¡En menudo lío estaríamos, metidos con un Gobierno en funciones tras siete meses de campaña electoral cada vez más bronca!

         El espectáculo iba a estar en  la calle, no en los estadios ni piscinas, con manifestaciones contra el dinero derrochado, una alcaldesa hippy de 70 años y periodistas de todo el mundo informando sobre “el señor de la coleta”, las sentadas en la Puerta del Sol y cuándo Cataluña declararía la independencia, en vez de récords y medallas.

         Me dirán que exagero y tendrán razón. Pero si hace un año nos hubieran dicho que llegaríamos a Agosto de 2016, todavía sin gobierno, hubiésemos dicho: “¡Quita pa´lla!” Y ya ven , algunos lo dejan para Navidades.

         Lo que confirma algo que sólo se aprende con la edad:

         Que muchas cosas que creíamos una DESGRACIADA, resultan una BENDICIÓN o viceversa.”

         CREO que estos meses que estamos pasando de incertidumbre y miedo a que el gobierno caiga en manos de los que no están dando muestras de patriotismo, sino de poca inteligencia, mucha soberbia y ajuste de cuentas entre ellos.

          ESPERO que en los pecados de no haberse querido unir en bien de TODOS, lleven la penitencia de que con terceras elecciones o sin ellas, pasen derrotados a una oposición permanente.

         Con lo que se cumpliría lo de “No hay mal que por bien no venga”

         Que por cierto, es lo que se cumple continuamente en todos y en cada uno de nosotros. 

         Porque tendremos que reconocer que todos los MALES inevitables de este mundo, no son nada, comparados con todos los BIENES que tiene Dios preparados para  a los que LE aman.