JESUCRISTO vino a BELÉN para darnos un BIENESTAR

¿Qué bienestar nos puede traer viéndolo en un PESEBRE?

Es que el NIÑO JESÚS era tan grande, y tan PODEROSO que al deslumbrarnos no lo podríamos VER.

Y el bienestar que nos trae está muy por ENCIMA de su DEBILIDAD aparente.

Muchos países y gobiernos no le dan voz ni voto en sus parlamentos porque no LO conocen, o lo conocen demasiado y temen que les quite protagonismo y porque la HONRADEZ, la LEALTAD, la FIDELIDAD, la VERDAD, la LIBERTAD, la IGUALDAD y la FRATERNIDAD, la interpretan y la manipulan a su modo y no como a Jesucristo le gustaría y por eso LO rechazan.

Jesucristo desea que aprendamos de su vida y doctrina si realmente queremos gozar de un mundo JUSTO y EQUILIBRADO.

Todos queremos que los demás sean JUSTOS y HONRRADOS; pero muy pocas veces, lo somos nosotros.

La humanidad en muchas épocas y ahora mucho más, ha sido y es tan insensata, ciega y desagradecida que rechaza a Jesucristo y lo odia, cuando vive entre nosotros, no sólo para enseñarnos el camino para alcanzar el ETERNO bienestar, sino para decirnos cómo conseguir el TEMPORAL si sabemos aceptar y seguir los consejos Evangélicos:

¿Quién se atrevería a decir “Venid a mi todos los que andáis con trabajos y cargas y yo os aliviaré”? como prometió Jesucristo.

Jesucristo está cargado de riquezas y apenas encuentra quien las quiera recibir cuando “Su delicia es estar con los hijos de los hombres” puesto que nos prometió: “Yo estaré con vosotros todos los día hasta la consumación de los siglos.”

¿Alguien podría prometer y cumplir algo semejante?

SIN MI NADA PODÉIS HACER. ¿Se puede ser más tajante?