Porque cuando la FE se convierte en VIDA y se monta como una locomotora entre los dos imprescindible raíles:
El terrenal por donde no tenemos más remedio que pisar, unas veces, terrenos lisos y sin obstáculos; pero la más de las veces, estará lleno de dificultades e impedimentos
Y el eterno, al que tendremos que llegar, tarde o temprano, lo creamos o no, para descansar o para seguir errantes por toda la eternidad
.
Pero si queremos que el camino terrenal
sea más llevadero y que nos lleve fácilmente a la estación FINAL, no tendremos más remedio que conseguir que la
vida de FE vaya paralela y como intermedia entre el Cielo y la tierra.
. Lo ideal, lo deseable, lo perfecto y gratificante sería tener los PIES en la TIERRA y el PENSAMIENTO y el corazón en lo de ARRIBA.
.
Creo
que ya hay trenes de alta velocidad que se deslizan sobre campos magnéticos sin
necesidad de raíles.
Cabe
la posibilidad (haciendo teología ficción) de que ya que ni el Padre ni el Hijo
están consiguiendo que la humanidad se desplace por sus raíles sin tantos descarrilamientos.
Lo consiga el Espíritu Santo, como Tercera Persona dela Santísima Trinidad ,
tan ignorado, con un hipotético y utópico PENTECOSTÉS para que en lugar de que las
lenguas de FUEGO se posaran en las cabezas de todos los humanos, nos penetraran e inocularan en nuestros corazones un AMOR a DIOS y a los DEMÁS y así::
Lo consiga el Espíritu Santo, como Tercera Persona de
UNIDOS
por su don de lenguas y con su VIENTO impetuoso nos condujera como en un campo
magnético hacia la estación FINAL, habiéndose cumplido el deseo de Jesucristo, cuando dijo:
“No ruego sólo por estos, sino por todos cuantos crean en MI y que todos sean UNO, como tú Padre, estás en MÍ y yo en TI,y también ellos SEAN en nosotros y el mundo crea que TÚ me has enviado.”
“No ruego sólo por estos, sino por todos cuantos crean en MI y que todos sean UNO, como tú Padre, estás en MÍ y yo en TI,y también ellos SEAN en nosotros y el mundo crea que TÚ me has enviado.”
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