lunes, 16 de enero de 2017

NO LLEGA ANTES EL QUE VA MÁS RÁPIDO, SINO EL QUE SABE A DÓNDE VA


            Esto que dijo Séneca lo ignoran todos los que por adquirir muchas riquezas, disfrutar de todos los placeres y tener más en este mundo, se olvidan de DESEAR y esperar el ENCUENTRO con Dios.
          
           Los CREYENTES deberíamos no sólo saber  que VAMOS  a DIOS  sino obrar en consecuencia con lo que nos dijo Jesucristo:
         
        “Buscad el Reino de Dios y su Justicia y todo lo demás, se nos dará por añadidura”
       
        O cuando Jesucristo que estaba donde estaba, al buen ladrón, que sabía a dónde tendría que IR, le dijo: “Hoy mismo estarás conmigo en  el Paraíso”

       Y que cuando San Esteban, primer mártir de la cristiandad, que  era apedreado, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús a la diestra de Dios, y dijo:
   
     “Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la diestra de Dios”
    
       San Pablo en su carta segunda a los Corintios, cuenta:
            
     “Se de un hombre en Cristo que hace catorce años – si en el cuerpo,  no lo sé; si fuera del cuerpo, tampoco lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado hasta el tercer cielo; y sé que este hombre – si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede decir”

      Por lo tanto si con FE inquebrantable vivimos ESPERANDO el encuentro FINAL con Dios  y si recordamos lo que Jesucristo nos dijo: 

     “Yo estaré con nosotros todos los días hasta la consumación de los siglos”

     Sabremos a dónde VAMOS y el camino, con prisa o sin prisa; pero seguro, para LLEGAR.  


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