Como el amor no se puede exigir, ni imponer, si se
compra ni se vende, nos lo PIDE Dios, porque sabe y nosotros también sabemos que cuando nos dejemos AMAR por Dios y LE AMEMOS, seremos muy felices aunque no tengamos ni salud ni dinero.
Si se les preguntara a los grandes genios cuáles han sido los
momentos más felices de su vida, responderían que han sido cuando estaban
diseñando y creando con AMOR algo genial, y si se le hace esta pregunta al pobre y
humilde empleado, dirá que cuando hace el trabajo con amor, le gusta y no
está cabreado, es más feliz
¿Por qué cuando unos
padres engendran un hijo, que lo hacen
por amor un tanto interesado y que cuando
lo tiene en sus brazos, los aman con locura, a cambio, no del amor del hijo que
todavía no puede amar, sino por la satisfacción interna que se siente al amar?
¿Y cómo nos ama Dios a quien no vemos ni oímos?
Jesucristo le dijo a Nicodemo: “De
tal forma amó Dios al mundo, que le dio a su unigénito Hijo, para que todo el
que crea en EL no perezca, sino que tenga la vida eterna”
Y en la Última Cena dijo:
“Como el Padre me amó, yo también os
he amado; permaneced en mi amor”.
“Este es mi precepto que os améis
unos a otros como yo os he amado”
Este amor que nos pide Jesucristo es
algo muy profundo, desinteresado, sacrificado, como el suyo, cuando dijo:
“Como yo os he amado” y añadió: Nadie tiene mayor que este de dar la vida por los amigos.”
“Como yo os he amado” y añadió: Nadie tiene mayor que este de dar la vida por los amigos.”
Jesucristo no nos puede pedir que demos la vida por los
demás; pero debería existir entre nosotros un amor, que yo llamaría, como mínimo
Tolerancia entre Países, Naciones, Pueblos, Vecinos, Familias etc.etc, puesto
que todos somos hijos de Dios y por lo tanto hermanos, aunque cada uno de
nuestro padre y nuestra madre.
La Tolerancia, cosa tan fácil y tan difícil de practicar, que
es lo que la Iglesia recomienda, nos evitaría tantas guerras, enfrentamientos,
odios, venganzas, calumnias, injusticias, discusiones etc.etc. y viviríamos en
paz, y amor que es lo que Dios quiere y nosotros deberíamos desear.
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