jueves, 21 de septiembre de 2017

¿POR QUÉ SE PUEDE VIVIR SIN DIOS Y NO SIN FE?

               Porque se puede vivir sin padre conocido y aun teniendo indicios de que es un millonario y al no molestarse en averiguarlo, por múltiples razones, muere sin recibir la herencia. Allá él...

            Pero el que viva sin Dios porque tan poco ha querido saber nada de ÉL quedará desheredado y condenado por toda la eternidad a una miseria insoportable. 

            De lo que no se puede vivir es sin CREER en algo o en alguien.

      Porque si uno empieza por no CREER en uno mismo ni en los padres, ni en médicos, abogados, educadores etc.etc. eso sería un SIN VIVIR.

        Queda de manifiesto que sería absurdo, imposible y casi obligatorio Vivir CREYENDO  en algo o en alguien.

     Pues el vivir sin CREER en Dios o no querer creer en Dios, es lo más contradictorio, porque si los que piensan y dicen "Hay que VER para CREER.

      ¿Es que no VEN este maravilloso mundo, al parecer, caótico  y misteriosamente organizado?

   ¿Acaso ha surgido todo por generación espontánea, cuando vemos que todos los adelantos  científicos surgen de la mente y el trabajo de los sabios?

   ¿Y vamos a no CREER que todo cuanto existe es obra de DIOS?

    Pero sucede que muchos INCRÉDULOS no quieren ni les interesa llegar a conocer a Dios y mucho menos VIVIR con  ÉL, ya que exige estudio o no le interesa CREER por sus ineludibles consecuencias.

    Los que crean firmemente en la existencia de Dios, 

    Ya que  en ÉL “Somos, VIVIMOS y nos MOVEMOS

  Y en la presencia REAL de Jesucristo en la Eucaristía que está siempre entre nosotros.

   Podremos  CONVIVIR, hasta con cariño y decir que VIVIMOS con DIOS aunque no lo podamos ver ni tocar.

   Una persona que está lejos no vive  físicamente con la familia; pero si realmente la quiere y piensa muchas veces en ella, puede asegurar que VIVE en FAMILIA

   Para poder afirmar que se vive con Dios  que está ausente, es necesario hacer con mucha frecuencia actos de presencia de Dios en nosotros y saberLO encontrar en todas las maravillas que nos rodean y, sobre todo, cuando se le recibe en la Eucaristía.

   Los que quieran alcanzar la gloria, tendrán que vivir con Dios eternamente y que no podrán hacer otra cosa que ser amados por EL, les sería muy necesario que en este mundo se fueran  familiarizando con Dios.

   Los que vivan sin Dios en este mundo y por lo tanto no esperan otra vida, cuando crucen el umbral de la muerte y se encuentren cara a cara  con Dios, LO dejarán de VER por toda la eternidad y no por venganza de Dios que no podrá imponer su PRESENCIA, porque nunca ha sido ni deseada ni aceptada.

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