lunes, 29 de noviembre de 2010

EL PODER DE LOS DÉBILES

Algunos débiles, sin poder aparente, alcanzan sus objetivos.

En la familia, base y fundamento de todo progreso, los hijos pequeños que son los más débiles consiguen lo que quieren, porque los padres se sacrifican al máximo por complacerles.

El padre, en un hogar bien organizado, es el que el tiene el poder: pero la que realmente manda es la MADRE, y suele decirse que detrás de un marido importante, hay una MUJER.

La Santísima Virgen María con sólo sus apariciones a los más DÉBILES y no a reyes ni poderosos, en Guadalupe, Lourdes, Fátima, ha conquistado los corazones de millones.

Jesucristo desde una CRUZ y no desde un trono poderoso, cambió el curso de la historia para bien de toda la humanidad, sin usar para nada de su DIVINIDAD.

Los primeros cristianos devorados cruelmente por la las fieras en los circos romanos consiguieron derrotar a los poderosos Césares.

Todos los ignorantes y soberbios prepotentes que han querido cambiar el mundo haciéndolo, unas veces al margen de Dios y otras abiertamente en contra suya, han fracasado rotundamente.

Los que realmente han cambiado y mejorado el mundo en algunos momentos cruciales de nuestra historia, han sido los Santos.

San Benito de Nursia con un puñado de hombres encerrados en sus Monasterios y practicando la Regla (Ora et Labora) Rezando y Trabajando, pusieron los fundamentos religiosos y culturales de Europa, por eso es el Patrón de Europa.

“Por aquel tiempo tomó Jesús la palabra y dijo:

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra porque ocultaste estas cosas a los sabios y discretos y las revelaste a los DÉBILES.

Se acercaron los discípulos a Jesús diciendo: ¿Quién será el más grande en el reino de los cielos?. ÉL llamando a sí un niño, le puso en medio de ellos y dijo:

En verdad os digo, si no os volviereis y os hiciereis como NIÑOS, no entraréis en el reino de los cielos.”

El niño todo lo CREE, todo lo ESPERA y sólo se siente seguro en los brazos de su PADRE.

Los DÉBILES que quieran, ser tratado como hijos de Dios deberán ser conscientes de que son NADA frente al INFINITO y por aquello de que los extremos se tocan, será el único modo de acceder a Dios.

Ante quienes jamás se deberán sentir DÉBILES, serán ante los poderosos de este mundo que quieran eliminarlos, porque sabrán que Dios estará con ellos, si no se avergüenzan y defienden a Cristo con palabras, sin violencia y sobre todo con un comportamiento ejemplar.

Los muchos DÉBILES que al ser martirizados por amor a Cristo han provocado con el derramamiento de su sangre unos tsunamis silenciosos; pero que han anegado muchas inmundicias.

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