EL PODER DE LAS IMÁGENES RELIGIOSAS

Algunos piensan que adorar las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús o el de la Virgen, es beatería.

Se dice que una imagen vale más que mil palabras.

¿Quién no lleva en su cartera la foto de un ser querido o la tiene enmarcada en sitio preferente?

Jesucristo, al resucitar, nos dejó estampada en la “Sabana Santa” una imagen en NEGATIVO que al sacarle una foto en 1898 apareció una IMAGEN perfecta de su rostro.

La Virgen de Guadalupe al ordenar al indio Juan Diego en 1.531 que recogiera flores en pleno Diciembre y se las presentara metidas en su tilma o poncho al Obispo incrédulo de sus apariciones, resultó que en lugar de las flores apareció estampada la IMAGEN de la Virgen en su tilma.

El Jesús de Medinaceli tan venerado en Madrid, al querer los cristianos comprar su IMAGEN a un rey musulmán y pedir este su peso en oro, resultó pesar poquísimo dada su estatura.

La Virgen de Siracusa (Italia) en una imagen de yeso LLORÓ lágrimas humanas durante cuatro días en 1953.

El 27 de Diciembre de 1673 Jesucristo se manifestó por primera vez a Santa Margarita María de Alacoque y 1674 así cuenta la segunda aparición:

“El Divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, más esplendoroso que el sol, y transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de una corona de espinas significando las punzadas producidas por nuestros pecados, y una cruz en su parte superior.”

Se pueden conocer al detalle en Internet todos estos acontecimientos históricos y científicos.

Queda de manifiesto el deseo que tiene Jesucristo y la Virgen de ser venerados en sus imágenes.

Satanás y sus seguidores quieren todo lo contrario cuando queman iglesias, e imágenes y ansían descolgar los crucifijos.

Oí en mi casa que un miliciano arrojó al río una imagen de la Virgen y días después se le cayó una hija por el mismo puente.