¿No
parece exagerada esta afirmación de Jesucristo?
También
nos podría parecer exagerada y en apariencia, innecesaria toda su maravillosa CREACIÓN.
¿Para qué tantos millones de Galaxias con millones de soles, planetas, estrellas,
cometas, asteroides etc. que se desplazan a velocidades endiabladas sin chocar
y entre espacios siderales?
Todas esas obras de arte salieron de las MANOS de Dios, pero
NOSOTROS salimos de su propia ESENCIA, el AMOR.
El AMOR abarca y exigen tanto cuidado que al decir que hasta
los cabellos de nuestra cabeza están contados, quiere decirnos a TODOS y a cada
UNO de los seis mil quinientos millones de humanos, que nos lleva en su corazón
de PADRE.
Jesucristo dijo: “No os inquietéis por vuestra vida, por lo
que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran
en graneros, y vuestro PADRE celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más
que ellas?
Buscad, pues, primero el REINO y su JUSTICIA y todo eso se
os dará por añadidura”.
También dijo: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi
PADRE le amará y vendremos a él y en él HAREMOS MORADA”.
Todo esto que nos
podría parecer una EXAGERACIÓN y una IMPOSIBILIDAD, es la felicísima REALIDAD
misteriosa de que Jesucristo está presente en la EUCARISTIA, cuando claramente
prometió:
“El que COME mi carne y BEBE mi sangre, MORA en mí y YO en
él”.
Y el que PROMETE tal cosa es nada menos que todo un DIOS.
El
que se moleste en leer mi artículo “Yo no he visto a Dios; pero creo que lo he sentido” publicado el día 7 de Marzo 2012 comprobará que, a veces, sin previo
aviso y de un modo inexplicable, Jesucristo se manifiesta.
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