Por
desgracia este refrán está tan al orden del día entre nosotros que ni Dios se
libra de que se lo apliquemos porque el
OLVIDO y el ser DESAGRADECIDOS es, muchas veces, nuestro mejor comportamiento.
Aunque
Jesucristo dijo que para entrar en el Reino de los Cielos, habría que hacerse
como niños porque todo lo CREEN, todo lo ESPERAN y AMAN puramente, también,
algunas veces, teniendo mil juguetes, al encabritarse por un juguete prohibido,
llaman MALOS a sus padres.
Nuestras
vidas están sembradas de BUENAS y MALAS SUERTES;
pero cuando nos visita una de
las MALAS, nos enfadamos con Dios y nos olvidamos de las muchas BUENAS.
Una
historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para
labrar su campo. Un día el caballo escapó a las montañas.
Cuando
los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con él y lamentar
su desgracia, el labrador le replicó
¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién sabe!
Una semana después, el caballo volvió de las
montañas trayendo consigo una manada de caballo salvaje. Entonces los vecinos
felicitaron por su buena suerte. Este les respondió: ¿Buena suerte? ¿Mala
suerte? ¡Quién sabe!
Cuando
el hijo del labrador intentó dominar uno de aquellos caballos salvajes, se cayó
y se rompió una pierna.
Todo
el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó
a decir: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién lo sabe!
Unas
semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos
los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna
rota, lo dejaron tranquilo.
¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién
sabe!
Aunque
se dice y, con mucha razón, que la
SUERTE hay que buscarla, no olvidemos que la VOLUNTAD de Dios BUENA o
MALA será siempre nuestro DESTINO, sabiendo que será el que más nos conviene y
contra el cual no se puede luchar.
Cuando
nos visite una mala suerte, no seamos como los niños llamando MALO a Dios y
jamás dudemos de su EXISTENCIA.
¿Quién contra Dios que es nuestro PADRE?
No hay comentarios:
Publicar un comentario