Somos tan bipolares, contradictorios, confiados y crédulos que nos dejamos traer y llevar por cualquier cantamañanas o piquito de oro que nos ofrece el oro y el moro. y sin embargo cuesta mucho confiar en Dios
Tenemos ojos para ver lo VISIBLE y palpable; pero la CONFIANZA es algo tan profundo que sólo se puede depositar en DIOS
que aunque es INVISIBLE se nos puede hacer VISIBLE en Jesucristo si CREEMOS que
está PRESENTE en la
Eucaristía y camina a nuestro lado.
Cuando las angustias y problemas reales o temidos nos meten
en estado anímico de zozobra e inseguridad no tenemos más remedio que CONFIAR
en alguien FIABLE, CREÍBLE y PODEROSO.
CONFIAR es tan costoso porque tenemos que esperar con
PACIENCIA a que se resuelva el problema real o temido que en esos momentos nos
PREOCUPA y para eso lo único que nos puede dar cierta tranquilidad, es
OCUPARSE rezando y no de cualquier forma verbal y distraido, sino buscar la intimida con Jesucristo.
Aunue CONFIAR en DIOS no cuesta dinero, es muy COSTOSO conectar con Dios y familiarizarse con Jesucristo si queremos vivir con cierta SEGURIDAD en un mundo tn INSEGURO.
Recordemos lo que decía Santa Teresa de Jesús:
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia,
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene,
nada le falta:
SOLO DIOS BASTA.
¿Quién
QUIERE y PUEDE darnos mayor SEGURIDAD si así CONFIAMOS?
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