Que Jesucristo, hijo de Dios y
Mesías Libertador, naciera en un pesebre, y que tuviera que huir a Egipto para
que Herodes no lo matara,
Que hubiera estado perdido tres días
con 12 años y que al ser encontrado, les dijera a sus padres, que debía estar en las cosas de su Padre.
Durante 30 años anduvo como hijo de
José el carpintero,
Mientras Jesucristo angustiado y
sudando sangre pedía a su Padre le librara del cáliz que tenía que beber, sus
discípulos estaban dormidos.
Que aquella triste noche, Judas, uno
de los suyos lo entregara con un beso y
por 30 monedas.¿ Cuántos hoy día hubieran pedido la dimisión de Jesús, por haber o no haber conocido al corrupto?
Cuando Jesucristo estaba abofeteado
por un esbirro y condenado por un juez prevaricador y defendido por una mujer,
Pedro lo estaba negando por tres veces, habiendo sido advertido por Jesús, que ya resucitado le dijo: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y la puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Ninguno le ayudó a llevar la cruz,
teniendo que obligar a un campesino a que le echara una mano.
Al resucitar no se apareció glorioso
a ninguno de los que le crucificaron, ´ni a los suyos, sino a María Magdalena,
mujer y de entonces, sabiendo lo que muchos” mal pensados” dirían.
Todos estos hechos escritos y aunque
interpretados, por algunos sin rigor
histórico, dan testimonio de la VERACIDAD de los Evangelios, porque si
todo hubiera sido inventado, no tiene
explicación razonable haberlo dejarlo escrito.
Ahora sepamos lo que dejaron escrito
los Evangelistas de Jesucristo como HOMBRE y como DIOS.
Tuvo una vida pública tan pobre que
no tenía dónde reclinar su cabeza.
Comía y bebía, y a veces, con
publicanos y pecadores.
Lloró sobre Jerusalén diciendo: ¡Si al menos en este día conocieras
lo que hace a la paz tuya!; pero ahora está oculto a tus ojos.
Se quedó dormido en la barca cuando
tuvieron que despertarlo sus discípulos
para que los salvara del temporal que los hundía.
Al ver que la Magdalena, mujer
pública le ungía los sus pies con ungüento y lágrimas y se los secaba con sus
cabellos, le encendió su corazón de tal forma que casi no pudo evitar, como
hombre que era, un cierto enamoramiento agradecido.
Sintió tristeza y agonía ante el
cáliz que tendría que beber.
Murió en la cruz gritando la ayuda
de su padre y perdonando a sus verdugos.
Hasta aquí unas pocas de sus
múltiples facetas HUMANAS de Jesucristo.
Ahora recordaremos las muchas
actuaciones como DIOS
.
Curó a diez leprosos sin tocarlos.
Una mujer quedó libre de sus
hemorragias con sólo tocar su manto.
Desde lejos evitó la muerte del
criado de un Centurión y a la hora que se lo dijo.
Resucitó al hijo de la viuda de Naín
con sólo tocar el féretro.
Dio vista a ciegos y libró a
paralíticos de sus camillas.
RESUCITÓ a su amigo Lázaro muero de
cuatro días que ya olía y LLORÓ. He aquí un sentimiento HUMANO y un acto DIVINO
al mismo tiempo.
El Padre y yo somos UNO.
Mi Padre obra continuamente y yo ni
más ni menos.
Felipe: Quien me ve a mí, ve al
Padre
Jesucristo dijo tan claramente
que era DIOS, como ÚNICA acusación por la que lo CRUCIFICARON.
Pero donde quedó verdaderamente
demostrado que fue HOMBRE y DIOS, fue en
su Resurrección, porque teniendo forma humana en sus múltiples apariciones,
ASCENDIÓ por su propio poder, como DIOS que era.
Si el propio Jesucristo en
persona le dijo a Nicodemo:
Tanto amó Dios al mundo, que le dio
a su UNIGÉNITO HIJO para que todo el que crea en ÉL, no perezca, sino que tenga
la VIDA ETERNA.
Si esto último debería estar escrito
en todos los libros de Historia
Universal, porque lo “Escrito, escrito queda” debería estar grabado a FUEGO en nuestro Pensamiento y en un Corazón agradecido.
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