Cuando decimos: Hay que hablar con el médico, con el abogado, o con alguien muy importante y poderoso, es porque tenemos algún problema que sólo él nos lo puede resolver y aunque esté muy lejos y nos cueste sacrificio, lo buscamos como sea.
El HABLAR con Dios, que, es Todopoderoso y que como Padre nuestro, está dispuesto a
socorrernos y LO creemos, no movemos ni un dedo para ponernos al habla
con ÉL pensando que está allá arriba y
nosotros aquí abajo.
Ignorando que ahora en la TIERRA,está Dios con cada UNO de nosotros y en el CIELO estaremos TODOS con DIOS
¿Qué trabajo nos cuesta ESCUCHAR lo que Jesucristo, que es Dios, dijo y nos lo
sigue diciendo, puesto que está entre nosotros en la EUCARISTÍA
“El que come mi carne y bebe mi
sangre, mora en MÍ y YO en ÉL”
“Sin mí no podéis hacer nada”
“El que pide, recibe. El que busca,
encuentra. Al que llama se le abre”
Y si también dijo: “Yo ESTARÉ con vosotros todos los días hasta
la consumación de los siglos, y el ESTAR
significa presencia física, el HABLAR con DIOS, lo tenemos al alcance del
PENSAMIENTO, más fácil imposible.
Por lo tanto siempre que PENSEMOS
que Jesucristo está a nuestro lado, como
lo hizo con los discípulos de Emaús, será como el pulsar la llave de la luz
para iluminar una habitación.
Todo esto hay que CREERLO pero sobre
todo VIVIRLO si queremos llegar a ser
tan amigos de Jesucristo, que casi podamos decir ahora lo de San Pablo
VIVO YO, YA NO SOY YO, ES CRISTO QUIEN VIVE EN MÍ
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