SAGRARIOS VIVIENTES

Cuenta el Evangelista San Juan en su capítulo sexto lo siguiente:
“ Yo soy el pan vivo bajado del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo le daré es mi carne, vida del mundo.

Disputaban entre sí los judíos, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?.

Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él. El que come este pan vivirá para siempre.

Esto lo dijo enseñando en una sinagoga de Cafarnaún y precisamente a sus enemigos que no LE creerían y LO tomarían por loco.

En la noche del Jueves Santo, estando cenando con sus discípulos. Tomó pan, dio gracias, lo bendijo, lo partió y dándolo a sus discípulos dijo: Tomad y comed, este es mi CUERPO, que será entregado por vosotros. Haced esto en conmemoración mía Y tomando un cáliz, dando gracias, se lo dio diciendo: Bebed de él todos que ésta es mi SANGRE que será derramada por vosotros para remisión de los pecados.”

Cuando Jesucristo estaba para subir al cielo les prometió a sus discípulos: YO ESTARÉ CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS HASTA LA CONSUMACIÓN DE LOS SIGLOS.

Todas estas promesas las está cumpliendo Jesucristo con la celebración de millones de Misas por todo el mundo y está presente encerrado, día y noche, entre cuatro paredes de madera que son los sagrarios; pero lo que realmente quiere EL es que cuando se LE reciba en la comunión se LE atienda como EL se merece.

Si alguien recibiera en su casa la visita de un personaje poderoso y sólo se limitara a abrirle la puerta y luego, si te vi no me acuerdo… Pues esto es lo que le puede suceder a muchos comulgantes. Cada vez que lo recordemos durante el día, nos convertiremos en SAGARIOS VIVIENTES y se sentirá más acompañado que en cualquier otro Sagrario por muy artístico y lujoso que sea.