jueves, 15 de enero de 2009

UN PROGRESO CON FRENO Y MARCHA ATRÁS

Puede que esté llegando el momento en que como suele decirse: “la historia se repite”.

En tiempo del Imperio Romano, el famoso Poeta latino Virgilio siguiendo las órdenes del Emperador Octavio y patrocinado por el famoso Mecenas, publicó las Bucólicas diez églogas en exámetros en donde se hacía una apología de la vida apartada, sencilla, y serena. Más tarde publicó las Geórgicas, poema didáctico acerca de las labores del campo con la intención de hacer propaganda a favor de la vuelta al trabajo de la tierra que había sido abandonada por el deseo de la gente de irse a vivir a la Roma de “pan y circo.”

Durante muchos años estamos viviendo unos tiempos muy similares en el que los pueblos se han quedado vacíos, las tierras desiertas y el ganado abandonado, con el deseo e ilusión de vivir mejor en las grandes ciudades, utopía, en muchos casos, irrealizable, que se lo digan a todos aquellos, que en el mejor de los casos, han conseguido piso coche etc, pero que apenas lo pueden disfrutar por el tráfico, la hipoteca, mal comer y la carestía de la vida y, si son sinceros, dirán que añoran su vida en el campo.

Posiblemente la crisis actual es más profunda de lo que parece, porque ha llegado el momento en que a este progreso desenfrenado hay que echarle, de momento, el freno y más tarde dar marcha atrás: Que la gente vuelva a sus raíces, empiecen a cultivar sus fincas rústicas, y cuidar el ganado. Con ello se creará riqueza, se abaratará la vida, bajará la inflación y viviremos más tranquilos y sin tantos estrés.

Para ello los políticos, en lugar de crear tantos puestos burocráticos, deberían destinar más ayudas a los pueblos, a los agricultores, ganaderos, dándole seguridad en sus trabajos, ayudas financieras de bajo coste, dignas viviendas, educación competente y en lugar de construir enormes hospitales que son un mundo en las grandes ciudades, hacerlos más pequeños y más al alcance de todos los pueblos con la misma eficacia que los grandes. Todo esto al principio supondría más inversión; pero a largo plazo, que es como se deberían hacer las inversiones, daría más rendimiento. Posiblemente ahora se está dando pan para hoy y hambre para mañana.

Si queremos que en EUROPA se llegue a CONSTITUIR una verdadera UNIÓN, se debería echar el freno en las deliberaciones demasiado LAICAS y dar marcha atrás para buscar nuestras verdaderas raíces, que no son otras que las CRISTIANAS, aunque alguien no lo quiera. Las raíces son los que dan la unidad a cualquier árbol y sin las cuales se secaría.

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