sábado, 17 de octubre de 2009

Lluvia de MILAGROS pro VIDA

Hasta los Santos recién Canonizados están condenando el aborto con sus milagros en pro VIDA.

Voy a relatar un resumen de lo publicado en LA RAZON:

A Begoña León, madrileña, en la Navidades del 2000 al practicarle una cesárea de urgencia a los siete meses, la dieron por muerta al acumular una eclampsia, un fallo hepático y hemorragias internas. Unas amigas y los trapenses de Dueñas pidieron la intercesión del Hermano Trapense, hoy San Rafael Arnaiz y el 6 de Enero mejoraba sin explicación alguna.

En 1958 en Asturias, Justa Barrientos estaba a punto de morir tras una cesárea seguida de una peritonitis aguda. Una reliquia bajo su almohada y una novena al hoy San Francisco Coll obraron el milagro. Nadie se explica la perfecta reconstrucción del colon y su salud posterior.

La hoy ya Beata Madre Candelaria de San José evitó el 6 de Septiembre de 1995 que los médicos provocaran la expulsión del feto porque lo consideraba muerto al no latirle el corazón, ni había líquido amniótico y de pronto rompió a llorar.

El pequeño italiano Pietro Schiliro que nació en 2002 con un problema pulmonar que debería haberle matado; pero los padres rezaron una novena a los padres de Santa Teresita de Lisieux, Louis y Celina, beatificados el 19 de Octubre del 2008, y los pulmones se arreglaron completamente y la ciencia se mostró incapaz de explicarlo.

El sábado pasado actuó en Madrid Martín Valverde famoso cantante costarricense afincado en México y una de las figuras principales de la música católica en lengua española.

La recaudación se destinó a las embarazadas y familias en situación de riesgo que atiende la Fundación Madrina.

Cuenta Martín Valverde que en México, una chica de 16 años, le preguntó que haría, porque se había quedado embarazada con 16 años y el padre tenía 17 y entonces Martín le contó que su madre se quedó embarazada a los 16 años. Fue madre soltera, trabajó 24 horas al día, muchos la miraron mal y sus padres estaban muy enfadados; pero ella salió adelante. Si mi mamá hubiera abortado, hoy no podría hablar contigo.

Pocos años después recibió una carta de la muchacha. Su hijo, decía era precioso y se llamaba Carlos, y le daba las gracias por haberle contado su historia.

¿Y si el hijo no fuese precioso?

“Mi toma de tierra para que no se me suba la fama a la cabeza es mi familia, incluyendo a mi hijo con parálisis cerebral. Él es un regalo de Dios para recordarnos la vida real”. Explica Martín, siempre con la vida por delante.

Santa Gianna Beretta, pediatra italiana que murió en 1962 tras rechazar un tratamiento que habría matado a su bebé, fue canonizada en 2004.

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