LA GLORIA Y EL INFIERNO EN LA TIERRA

Algunos dudan de que pueda existir el Infierno o la Gloria después de muertos; pero de lo que sí se puede estar seguro es que aquí en este mundo, algunos viven, muy pocos por desgracia, en la Gloria y muchos en el Purgatorio y en el Infierno.

Puede que estén en el Purgatorio, todos aquellos pusilánimes, cobardes, perezosos, indolentes, indecisos, siempre pesimistas, con miedo al trabajo, esperando siempre lo peor y atormentados por sufrimientos imaginarios y esperando que alguien los saque de este estado de ánimo turbulento y sin luz.

Los que siempre están y estarán en el Infierno terrenal, serán los criminales, los ladrones, los injustos, los mentirosos, los manipuladores, los que odian a todo el mundo, los vengativos, los que nos perdona ni a su padre, los codiciosos y avaros, los que se aprovechan del pobre y del indefenso, los desleales y traidores, los que abusan del inocente, los que se aprovechan de una situación privilegiada de dinero o poder para constituirse en dioses y hacer siempre su voluntad y tener arrodillados a todos los que le rodean.

¿Cómo es posible que todos estos estén en el Infierno, si aparentemente dominan y se creen felices, al menos así lo manifiestan porque viven en la opulencia y en el poder?

El infierno de todos ellos consiste en que siempre, siempre, siempre, estarán atormentados por el temor de que alguna vez sean descubiertos, y caigan en manos de la justicia o en la de enemigos más poderosos.

Los que están en la Gloria terrenal, son precisamente los que aparentemente son más desgraciados porque son pobres, trabajadores, sacrificados, honrados, resignados y apenas tenidos en cuenta por muchos.

¿Por qué estos están en la Gloria?

Sencillamente porque VIVEN DE LA FE y sus comportamientos externos e internos están de acuerdo con lo que Dios manda y por eso, no temen a nada y siempre están alegres y optimistas, aunque por dentro vaya la procesión, ya que esperan la AYUDA de DIOS, contra viento y marea, y aunque, a veces, son vientos huracanados, saben mantener el tipo.