UN AMIGO PODEROSO

Todos deseamos tener algún día un amigo poderoso al que, no sólo podamos acudir para pedirle su ayuda segura y desinteresada, sino también que nos sea siempre fiel, nos escuche con cariño, nos aconseje sabiamente y con el que podamos estar horas y horas de conversación amigable y de cuya conversación salgamos plenamente satisfechos y con ganas de comerse esta perra vida con optimismo y empuje, que buena falta nos hace en tantas ocasiones.

Este amigo lo tenemos al alcance de la mano: JESUCRISTO.

“Vosotros sois mis AMIGOS” dijo Jesucristo, al que lo quiera ser.

¿Quién de nuestros amigos nos podrá decir y prometer lo siguiente?

“VENID a MI todos los que andáís angustiados con trabajos y cargas y yo os aliviaré.”
“Yo soy el CAMINO, la VERDAD y la VIDA.”
“Yo soy la LUZ del mundo y el que me sigue no anda en tinieblas.”
“Yo soy el buen PASTOR, conozco a mis ovejas y ellas me conocen.”
“Yo soy la RESURRECIÓN y la VIDA.”
“Yo y el Padre, somos uno.”
“Yo he vencido al mundo.”
“El que tenga sed, que venga a mi y beba.”
“Sin mi no podéis hacer nada.”
“Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón.”
“Permaneced en mi amor.”
“El que come mi carne y bebe mi sangre, mora en mí y yo en él.”

¿Quién podrá encontrar un héroe o ídolo, por muy famoso y poderosos que sea, que nos pueda prometer y cumplir lo que nos promete y cumple Jesucristo que VIVE y es DIOS?