jueves, 14 de diciembre de 2017

¿QUIÉN TIENE LA CULPA EN PROCÉS?


             Aquí, nadie tiene la culpa  porque siempre es lo que tenemos a flor de labios, y pocas veces nos reconocemos culpables y lo confesamos

           Al que es considerado como inteligente, aunque realmente no lo sea, le falta la suficiente humildad para reconocer su error; pero si de verdad es inteligente,  lo reconocerá  “Porque de sabios es rectificar,” sabiendo que conseguirá más prestigio y credibilidad.

 Comportamiento que brilla por su ausencia en los políticos y así les va. No llegan ni al aprobado.

         Cuanto menos vale una persona y más se equivoca, es el que nunca tiene la culpa y, si puede, se la endilga  a otro. ¡Cuántas trifulcas se forman en la política, en el trabajo y en la familia!.

         El día que todos borremos de nuestra boca y pensamiento esta frase y   nos confesemos culpables, la convivencia entre todos será mucho más pacífica.

          Pero que algunos del Procés reconozcan, ahora,  que no estaban preparados para implantar una Independencia, y no admitan que lo han intentado, no por las buenas, sino con mentiras y engaños,  encima le echen la culpa a los demás, y estén intentando lo imposible y funesto de todo este Procés, sería para echarse a llorar.

           Deberíamos saber y admitir que TODOS los que vivismos en la Penísula Ibérica somos INQUILINOS y por lo tanto, todo el que se quiera ser PROPIETARIO de una parte, está cometiendo, de momento  un Allanamiento de Morada, y unos OCUPAS.

         Es incomprensible que siendo los Catalanes tan  inteligentes, caballeros, trabajadores y admirados por todos los demás españoles, se dejen manipular por unos cuantos ignorantes y ambiciosos.

         Si cuando Dios recriminó a Adán el haber comido de la fruta prohibida, hubiera admitido su culpa, sin echársela a Eva y ésta a la serpiente, posiblemente, ahora estaríamos todos disfrutando del Paraíso.

         Dios se dio cuenta que además de desobedientes, íbamos a ser tan tercos, soberbios y mezquinos, que en lugar de reconocernos culpables, hasta le echaríamos la culpa a EL, de nuestros errores o males. Siempre tiene la culpa alguien.

         Se camina mucho mejor ante los hombres con humildad y reconociendo nuestras limitaciones y errores y jamás actuar como “Un roba peras” adjudicándose  los méritos ajenos.

         El misterio de los misterios, es que  el GRAN CULPABLE, fue Nuestro Señor Jesucristo que CARGÓ con todas nuestras culpas y pecados para que nos pudieran ser perdonados, siempre que nos sintamos culpables y los confesemos, como lo hizo el Buen Ladrón.
     

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