Porque aunque a todos nos gusta recordar nuestro pasado, sobre todo si ha sido bueno y del que hemos sabido aprender para vivir correctamente el presente y ssosbre todo planificar el futuro porque es la ILUSIÓN que nos ampuja hacia adelante, así es la vida
Si se nos concediera en el presente todos
los caprichos e ilusiones de nuestra vida. ¡Apaga y vámonos!.
Cuando hemos estado deseando algo muy
precioso y lo conseguimos, ya no nos parece tan maravilloso, e inmediatamente
nos surge otro deseo. Siempre queremos más. Somos un puro deseo. Todo esto es
natural y hasta bueno, siempre y cuando no nos suceda lo que Alex Rosal
escribió hace tiempo.
“Hemos multiplicado nuestra posesiones;
pero reducido nuestros valores.
Hemos conquistado el espacio exterior; pero no el interior.
Hemos limpiado el aire; pero no el alma.
Ganancias más altas; pero moral más baja
Ésta es la época de la paz mundial, y a su vez de la guerra doméstica
Casas muy bellas; pero más cantidad de hogares rotos.”
El joven, teniendo los pies muy fijos en
el presente, no debería dejar de volar con honradez por los libres y limpios
espacios de la ilusión, usando siempre caminos rectos y no tortuosos.
Los que sólo puedan vivir del pasado,
sepan lo que un anciano pensó cuando despidió a un nieto cabalgando en su
ilusión, camino del éxito.
“Qué bonito ver partir de nuevo la propia
ilusión y al mismo tiempo, sentir ya el descanso del retorno. Ir y volver sin
moverse y no obstante vivir.
Qué descanso tener ya casi vivida la vida. ¡Cuánta ilusión, cuánta nostalgia!. Eso es la vida.”
Qué descanso tener ya casi vivida la vida. ¡Cuánta ilusión, cuánta nostalgia!. Eso es la vida.”
Al que no piense y planifique con ilusión
el futuro, se le puede dar por muerto. También se le puede dar por muerto al
que sólo tenga presente un futuro inmediato, a corto plazo, como es la vida
presente y no a largo plazo.
Los que tengamos más años vividos y menos
por vivir, deberíamos pensar más en ese futuro no tan lejano e ineludible, en
que se cumplirán, si tenemos fe y hemos vivido de acuerdo con ella, todas las
múltiples e insospechadas ambiciones de felicidad.
San Pablo escribió: “Ni ojo vio, ni oído
oyó, ni corazón humano pudo comprender lo que Dios tiene preparado para los que
le aman” (Cor.2,9)
Y teniendo en cuenta lo que Santa Teresa
dijo de la vida presente comparada con la ETERNIDAD: es “Como una mala noche en una mala
posada.
Merece la pena tener muy presente esa gran
ILUSIÓN
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